Parapeto
POR: Julio Bahamón
Hemos dicho que no debemos gastar más tiempo en develar lo que es Gustavo Petro, porque a ojos y oídos de todos ya se conoce su prontuario, su origen político y, las perversas ideas que lo acompañan. Eso es verdad. Sin embargo, nos corresponde hacerlo cada vez que se tienen nuevas informaciones, ahora más que ayer, enterados como estamos, de que detrás de ese oscuro exguerrillero del M-19 se esconde la figura siniestra de Juan Manuel Santos. Toda acción tiene su reacción. Lo vimos cuando, con justificadas pruebas, el entonces procurador general de la Nación el Dr. Alejandro Ordoñez lo suspendió del cargo de alcalde de Bogotá por haber sido encontrado responsable de violar la ley, y de un cúmulo de irregularidades administrativas y fiscales, cometidas en el ejercicio de su cargo, principalmente en el tema de las basuras, y fuimos testigos áticos, de cómo al poco tiempo, un Tribunal ordenó su reintegro, declarando infundadas las decisiones de la Procuraduría y, Santos como presidente de la República, y miembro sobresaliente del Foro de Sao Paulo, lo llevó de nuevo a la alcaldía de la capital en una ceremonia llena de populismo y politiquería.
Ahora vemos que el candidato Petro se encuentra preso en su candidatura. Por un lado, el ELN, organización narco guerrillera, le impuso como fórmula vicepresidencial a Francia Márquez y, por el otro lado, el comandante Santiago, miembro selecto de las Farc, lo está atiborrando de exfuncionarios corruptos de su administración, ordenándole que debe recibir a los congresistas saltimbanquis más deshonestos del parlamento colombiano, entre ellos, a Piedad Córdoba Castro, Roy Barreras, Armando Benedetti, los representantes del partido Comunes, antiguos cabecillas de las Farc y, recientemente al exdirector del Sena, Alfonso Prada, señalado por corrupción desde cuando ejerció el cargo y favoreció a su esposa con un contrato en el Sena por más de $18.000 millones de pesos.
La semana anterior uno de sus compañeros de armas, el excongresista Carlos Alonso Lucio escribió un artículo de prensa, en el que puso en evidencia la personalidad siniestra de su correligionario de andanzas subversivas en el M-19. Lucio afirma en su columna que a Petro no lo seduce la elección, sino la insurrección social. En esa clase de actividades subversivas, sabemos que Petro es un experto. El, adiestrado por la cúpula de sus compañeros insurrectos, fue el encargado de las cárceles del pueblo, por lo que, le reconoce su intención de secuestrar a toda la nación.
Petro no va a gobernar al país, eso deben saberlo sus admiradores de última hora, ya que es de público conocimiento el sombrío papel que cumpliría, en el hipotético caso de ser elegido presidente de Colombia, es un simple instrumento, un suiche, que en cualquier momento puede ser cambiado, dentro del plan internacional comunista fraguado por los países miembros del Foro de Sao Pablo y el grupo de Puebla. Basta no más repasar la importante disertación del Dr. Alejandro Peña Esclusa, valeroso dirigente venezolano, preso durante 12 años por el régimen dictatorial de Venezuela, por defender el triunfo de la libertad.
Durante el acto de inauguración del Foro de Madrid en Bogotá, el Dr. Peña ofreció un testimonio personal para alentarnos a que, lo ocurrido en diversos países vecinos, afectados por la influencia marxista – Leninista, no va a suceder, necesariamente, en Colombia si articulamos esfuerzos los demócratas nacionales. Petro es, simplemente, el instrumento para materializar el macabro plan orquestado por el comunismo internacional y los países que integran el foro de Sao Paulo y el grupo de Puebla. ¡Ojo! Quedamos avisados.
