Diario del Huila, Especial
Por: Juan Manuel Macías Medina
“La salud es un derecho”, fue la frase motivacional que llevó a Lourdes Mateus, a estudiar derecho después de desempeñarse como enfermera, según ella, no había mejor forma que defender el derecho a la salud y las condiciones laborales del sector, que combinar estas dos profesiones.
Lourdes contó que la lucha para defender la labor de enfermería, una profesión mayormente ejercida por mujeres, ha sido ardua, pues aunque son pieza fundamental en el cuidado de la salud de los pacientes, no se han llevado los créditos, cuestión que ha llevado a la mujer de 37 años, a participar de activismos en pro de la fundamental labor.
“Comencé el tema del activismo social desde la Universidad Surcolombiana, allí trabajé muy fuerte en el reconocimiento del activismo en las mujeres porque yo estudiaba en la Facultad de Salud y hay cierto desconocimiento por la labor que realizamos. Siempre son los médicos los que tienen más visibilización y por eso me esforcé para que las mujeres fueran reconocidas dentro del activismo por el derecho a la salud”, dijo la mujer.
Cerca de dos décadas han permitido que Lourdes lleve a estándares nacionales las problemáticas que afronta el sector de la enfermería en el departamento del Huila, lo que ha hecho que, probablemente, pocas personas conozcan más de la situación laboral de las enfermeras que Lourdes.
“Llevo casi 20 años de activismo por el derecho a la salud, por los derechos laborales del sector salud y del reconocimiento de las enfermeras dentro del sector salud. He participado en muchos escenarios de discusión nacional y territorial para lograr que las mujeres tengan los mismos derechos”, aseguró la enfermera y abogada.
Así mismo, Mateus informó que ha participado de reformas nacionales que, de una u otra forma, han mejorado las condiciones laborales de los trabajadores de la salud.
“He participado en reformas nacionales como, por ejemplo, cuando se iniciaron en 2013 los decretos de emergencia social que modificaban la ley 100, en ese caso, trabajamos con otras mujeres para lograr lo que hoy se conoce como la ‘Ley del Derecho a la Salud’. Durante todos los años hemos venido trabajando con temas que proponen una reforma a la salud, esto, porque en temas de derecho a la salud, nos falta un montón. La lucha de las enfermeras es muy grande, nosotras estudiamos cuatro años y medio en la universidad como cualquier otra carrera, pero los médicos se ganan el doble de lo que ganamos nosotras”, aseguró.
Así mismo, Lourdes detalló la base principal de la lucha que desde hace dos décadas decidió emprender, y recordó que aunque hay hombres que ejercen la profesión, la labor está “feminizada”.
“La enfermería es una carrera feminizada que está especializada en el cuidado, y el cuidado históricamente no ha sido reconocido, por eso es que estamos en la discusión para que se reconozca la economía del cuidado, estas son profesiones que han sido destinadas para las mujeres, y por esto, se tiene menor reconocimiento económico, político y social”, dijo Mateus.
Sin reconocimiento
Para Lourdes Mateus, la enfermería no ha sido reconocida como se debe, pues aunque hacen parte fundamental del sistema de salud, los créditos nunca van dirigidos hacia esta profesión, pues son los médicos que, aunque en menor cantidad de personal, quienes reciben el reconocimiento.
“Cuando se habla del sector salud, siempre dicen el sector médico, siempre hablan de los médicos, pero resulta que detrás de eso están las enfermeras que son el doble del personal y que están las 24 horas del día y los siete días de la semana con los pacientes. El Observatorio Nacional de Talento Humano en Salud, dice que hay 93.000 médicos, enfermeras somos 78.000 y auxiliares de enfermería hay 280.000. En el personal de enfermería somos más de 300.000 personas en el país, frente a los 93.000 médicos, sin embargo, siempre se reconoce la labor del personal médico”, aseguró la defensora.
Debido a que la mayoría de personas que realizan esta loable labor son de género femenino, la enfermería es un símbolo que, según Lourdes, permite dar un balance acerca del papel de las mujeres dentro de la sociedad.
“Necesitamos que se reconozca el papel de las enfermeras porque va muy ligado al papel de las mujeres dentro de la sociedad. Es un compromiso social poder reconocer a las mujeres en el lugar donde se desempeñan, en el sector salud, debe haber un empoderamiento individual, es decir, cada enfermera, para destacarse”, agregó.
No necesitamos aplausos
Para la enfermera y abogada especialista en Derecho Laboral y de la Seguridad Social, y miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia, la labor de la enfermería y de las mujeres en la sociedad debe ser reconocida con mejoras reales, pues los aplausos y las flores, pasan a un segundo plano cuando de reconocimiento real se trata.
“Hemos logrado que haya un cambio en el reconocimiento a la mujer, pero necesitamos que los cambios trasciendan del papel, de los aplausos y de las flores, necesitamos son realidades prácticas y que se reconozca el cuidado y la paridad entre mujeres y hombres”, expresó la mujer que también se refirió a la violencia, que según indicó, se encuentra inmersa en el género femenino. “Necesitamos que se acabe la violencia de género en todos los escenarios, el activismo de las mujeres siempre está ligado a violencias políticas que están marcadas, a las mujeres que hacemos política se nos cuestiona si tenemos novio, si vamos a discoteca y otras cosas de la vida personal que nada tienen que ver con la actividad política”, enfatizó.
Lourdes Mateus informó que la violencia de género está inmersa en la enfermería, por lo que el trabajo social que realiza la mujer, no descansa, sin embargo, sostuvo que es deber de cada mujer que realiza esta profesión, demostrar con actos la importancia de tan bella labor.
“En el tema de la enfermería, la violencia de género está supremamente marcada. Las enfermeras son fetiches de tipo sexual, muchos hombres tienen fantasías con los uniformes, son cosas que se han ido marcando a nivel social y que tenemos que, por medio del trabajo social, ir desprendiéndolas. No solo pasa en la enfermería, sino también en otras labores. Esto es un trabajo social que hay que hacer paso a paso, pero si tenemos que lograr que la sociedad deje de darnos aplausos y que dirijan el reconocimiento a lo real y efectivo, necesitamos acciones contundentes”, puntualizó.