Si bien es cierto que los niveles de colesterol en la sangre deben mantenerse controlados, también es importante señalar que hay varios tipos de colesterol presentes en el organismo y no todos tienen efectos negativos para la salud.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Pese a sus connotaciones negativas, esta sustancia oleosa se encuentra de forma natural en las células del organismo humano y cumple funciones muy importantes, según explica MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Entre otras cosas, cita que se trata de una sustancia fundamental para la producción de hormonas, ácidos gástricos e incluso nutrientes como la vitamina D, que se necesita para mantener fuertes los huesos.
Si bien, la fuente médica advierte que el cuerpo produce colesterol de forma natural, también puede adquirirlo a través del consumo de algunos alimentos como las carnes, los quesos y los huevos.
Sin embargo, en términos generales, se recomienda mantener regulados los niveles de colesterol en la sangre, pues “puede combinarse con otras sustancias para formar placa. La placa se pega a las paredes de sus vasos sanguíneos. Esta acumulación se llama arterioesclerosis. Puede provocar enfermedad de las arterias coronarias, la que puede estrecharlas o incluso bloquearlas”, detalla MedlinePlus.
Ahora bien, fue hasta los años 50 del siglo pasado que los científicos pudieron encontrar que había distintos tipos de colesterol. Con el avance de los años, se ha encontrado que cumplen distintas funciones en el organismo y, por ende, tienen efectos diferentes en la salud.
Hay tres tipos de colesterol, el bueno (conocido como HDL en inglés), el malo (LDL) y la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL). Los tres, según señala MedlinePlus, son una combinación de grasas y proteínas que cuando están juntas pueden moverse a través del torrente sanguíneo.
El HDL es considerado como “colesterol bueno” debido a que facilita la movilidad del colesterol hacia el hígado desde distintas partes del cuerpo humano, lo que permite que ese órgano más tarde lo elimine.
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“Para elevar su nivel de HDL, necesita comer grasas buenas en lugar de grasas malas. Esto significa limitar las grasas saturadas, que incluyen la leche entera y el queso, las carnes con alto contenido de grasa como las salchichas y el tocino, y las comidas preparadas con mantequilla, manteca de cerdo y aceite vegetal hidrogenado. También debe evitar las grasas trans, que pueden estar en algunas margarinas, alimentos fritos y alimentos procesados como productos horneados”, indica MedlinePlus.
Mientras tanto, al LDL se le conoce como “colesterol malo” porque cuando su presencia en el organismo humano se incrementa puede generar la temida acumulación de placas en las arterias y, con ello, elevar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
“Si tiene grandes depósitos de placa en sus arterias, un trozo de placa puede romperse. Esto puede causar que se forme un coágulo de sangre. Si el coágulo es lo suficientemente grande, puede bloquear un poco o completamente el flujo de sangre en una arteria coronaria”, advierte la enciclopedia médica.
Las dificultades que tiene la sangre rica en oxígeno para circular por el cuerpo pueden llevar a afecciones como la angina de pecho e incluso aumentar el peligro de sufrir un ataque al corazón.
“La placa también puede acumularse en otras arterias de su cuerpo, incluidas las arterias que llevan sangre rica en oxígeno a su cerebro y extremidades. Esto puede conducir a problemas como enfermedades de las arterias carótidas, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica”, añade MedlinePlus.
Por último, esa fuente cita la VLDL o la lipoproteína de muy baja densidad. Este tipo de colesterol también puede ser considerado como nocivo para la salud porque en niveles inadecuados genera obstrucciones en las arterias. No obstante, esta VLDL es conocida porque transporta triglicéridos, que son un tipo de grasa y son usados como energía por el organismo.