Hoy se va a llevar a cabo una cumbre cafetera en el municipio de Garzón para abordar la profunda crisis que está atravesando este importante renglón de la economía nacional y especialmente los productores de este grano en el departamento del Huila. Inclusive todo el sector agropecuario se encuentra atravesando serios aprietos por los bajos niveles de rentabilidad que están recibiendo los campesinos dedicados a esta actividad económica. Así lo hemos venido reiterando desde esta tribuna, que la errada aplicación de los instrumentos de la política macroeconómica, que junto con la afectación climática provocada por el fenómeno del niño y que conjugada con la creciente extorsión y vacunas a que son sometidos recientemente por la oficina que hace las veces de la Dian en las montañas y que los tiene quebrados económicamente. Deben tributar $1.000 por cada palo de café a las organizaciones narcoterroristas que los tienen amenazados de muerte, sino pagan sus impuestos de guerra, con la anuencia del gobierno nacional. El sector cafetero no se sustrae a esta problemática. Y como si fuera poco el Ministerio de Agricultura, no se inmuta, ni formula políticas públicas bien estructuradas para apoyar a este sector primario de la economía que es la que les brinda la seguridad alimentaria a todas las familias colombianas.
Hoy se tomará la decisión si se van a paro, en caso de que el gobierno nacional no atienda sus peticiones. Todos sabemos que, ante el inconformismo expresado por la dirigencia cafetera nacional, esta cartera ministerial, solo les ha ofrecido migajas para superar dicha crisis. Es absurdo que esta actividad económica, que representa el 19,8% de la cosecha catera en el país, y que tiene a nuestro territorio como el máximo productor de este grano en el contexto nacional, no esté siendo atendida como lo merece por las autoridades agropecuarias del país. Actualmente reciben $1.432.000 por saco de 125 kilos de café pergamino seco, de acuerdo con lo referenciado por la Federación Nacional de Cafeteros el día anterior. Pero los costos de producción superan $1.800.000, que adicionalmente con los que los toca pagar a las organizaciones narcoterroristas, puede superar los 2 millones de pesos.
La intensa sequía que se ha presentado en el territorio nacional ha generado la disminución de los acuíferos, quebradas y ríos que han afectado a todas las plantaciones del sector agropecuario y por ende, a los cultivos de café, que los tienen postrados en la más profunda crisis social y económica. Por tal motivo, han anunciado movilizaciones a nivel nacional para protestar ante las instancias gubernamentales para que les brinden un apoyo económico decidido. Esta situación es muy preocupante para las familias cafeteras por el riesgo de perder sus cosechas, por no contar con el recurso hídrico disponible para la producción de este grano.