Por: Jorge Eliseo Cabrera
No podemos aceptar, de ninguna manera, que los actos violentos del pasado miércoles y de los días posteriores se deben a la participación de “vándalos”. La responsabilidad de los anárquicos actos que se han presentado corresponde, en primer lugar a quienes convocaron al Paro, a FECODE y a buena parte de las Centrales Obreras, quienes recibieron seguramente instrucciones y órdenes del Señor Gustavo Petro. Simplemente, para que se entienda, son los ejecutores políticos del desastroso ex Alcalde de Bogotá.
En segundo término, son responsables, tanto las autoridades locales como la Jefatura del Estado: el Presidente de la República. Se ha presentado una ausencia de autoridad, es decir, una TOTAL ANARQUÍA. Ha faltado Señor Presidente “Prevención y acción”, en cuanto a la seguridad y protección de ciudadanos y de los bienes públicos y privados.
Debe entender Señor Presidente que las observaciones y críticas que se le han hecho a su Gestión, no son producto del “resentimiento de la extrema derecha”, sino de la mejor buena Fe y patriotismo para que su cuatrienio no termine sin pena ni gloria, para frustración de quienes lo consideramos en su momento, como la mejor opción para la recuperación de la República, entregada por su antecesor a la subversión y el narcotráfico. Hasta ahora, ni lo uno ni lo otro.
En tercer lugar, recae la responsabilidad al señor Ministro Carrasquilla, quien se encargó nuevamente de hacerle un grave daño a la democracia, al entregarle a la oposición la explosiva bandera, en vísperas electorales, de una nueva y estúpida reforma tributaria la cual deterioró aún más la imagen del Presidente Duque, pretendiendo golpear duramente con impuestos la clase media Colombiana. Gracias al rechazo generalizado de los colombianos a la propuesta y del Congreso de la República, está muerto el Proyecto inicial. Ante su fracaso, ahora sí el Gobierno dice buscar un “consenso”. Se trata de una tardía aceptación por parte del Gobierno, ante la realidad de los hechos, pero hacemos votos porque algo se logre. Lo sensato habría sido un retiro del proyecto, antes del Paro iniciado el día 28 y haber presentado uno nuevo, consensuado con los partidos políticos.
Como Huilense y Colombiano siento un dolor inmenso por el bárbaro acto de derribar la estatua en honor del ex presidente Huilense Misael Pastrana Borrero, ubicada en el parque Santander de Neiva, frente a la Gobernación del Departamento, por quienes a lo mejor han sido “educados” en escuelas, colegios, o en la propia Universidad Surcolombiana construidos durante su mandato 1970- 1974. Tal vez ignoren lo que en alguna oportunidad escribió el ex ministro Guillermo Plazas Alcid: “Lo que es el Huila hoy, se le debe a Misael Pastrana y a su Gobernador Héctor Polanía Sánchez”.
Obviamente, tampoco era oportuno presentar el proyecto de Reforma Tributaria en medio de la inmensa crisis provocada por el Covid 19. Ha propósito, ¿Quién responderá por los miles de contagios ocasionados por las aglomeraciones del Paro?.