La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, lanzó el sábado un desafío a su rival republicano, Donald Trump, proponiendo un segundo debate presidencial el 23 de octubre, en el canal CNN, apenas unos días antes de las cruciales elecciones del 5 de noviembre.
Jen O’Malley Dillon, directora de campaña de Harris, anunció la disposición de la vicepresidenta para este nuevo encuentro: «La vicepresidenta Harris está lista para otra oportunidad de compartir escenario con Donald Trump», señaló en un comunicado. Además, añadió que Trump no debería tener inconvenientes en aceptar el debate, subrayando la importancia de esta oportunidad para los votantes.
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Hasta ahora, el expresidente Trump ha rechazado la posibilidad de participar en otro cara a cara televisado con Harris. En el debate anterior, celebrado el 10 de septiembre, muchos observadores señalaron que Harris dominó el intercambio, desestabilizando a su oponente con preguntas sobre temas delicados como la asistencia a sus mítines, su relación con antiguos aliados políticos y su imagen internacional.
A pesar de esto, Trump insistió en que fue él quien «ganó» el debate, criticando además la imparcialidad de los moderadores de ABC. En septiembre, el expresidente había afirmado que no habría un tercer debate, contando también el intercambio que tuvo en junio con el entonces presidente Joe Biden, cuyo mal desempeño lo llevó a retirarse de la carrera, cediendo el paso a Harris.
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Con las elecciones a solo 45 días de distancia, la contienda sigue siendo sumamente ajustada. Trump y Harris están prácticamente empatados en varios de los estados clave, donde el resultado final podría definirse. Carolina del Norte, un estado que Trump ganó en las elecciones de 2020, será el escenario de un evento de campaña del expresidente este sábado.
Por su parte, Harris, de 59 años, espera consolidar su apoyo entre los votantes afroamericanos y los jóvenes, dos bloques electorales clave que podrían inclinar la balanza a su favor en los comicios de noviembre.
