Las iniciativas gubernamentales que ha presentado el gobierno nacional con el fin de reformar la estructura del Estado Colombiano, le ha generado un exponencial desgaste en la formulación de políticas públicas para mejorar las condiciones de bienestar de las familias colombianas. Desafortunadamente, las ideas originales contempladas en los documentos que se radican en el legislativo han tenido que ser reestructurarlas porque, así como se encuentran concebidas en los documentos oficiales, difícilmente serán aprobadas por los sectores políticos. Por tal motivo, el gobierno nacional les ha tocado mejorar las mermeladas a estos congresistas para comprarles sus conciencias, así no lo quieran aceptar algunos sectores de la coalición gobiernista.
Entre dichas reformas se destacan la pensional, laboral, a la salud, sometimiento a la justicia, entre otras, que han generado la más grande polarización entre la sociedad colombiana y el gobierno del presidente Petro. Todo este paquete de reformas con tintes estructurales, afectaràn el rumbo de la economía del país en el mediano plazo, si se llegasen a aprobar. Tal es el caso, la que tiene que ver con la sonada reforma a la salud que busca centralizar la administración de los recursos bajo el argumento de llevar mejor servicio de salud a toda la población, pero sobre todo poner en cintura a las siempre polémicas EPS, que vienen disfrutado de integraciones verticales de sus servicios y que serán el foco de los cambios propuestos por el Ministerio de la Salud. El texto final contiene un conjunto de cambios profundos que tendrán un impacto enorme en la cotidianidad de la ciudadanía, y que aún carecen de la claridad y el sustento necesarios respecto a cómo se llevarán a cabo, lo que da pie a serios interrogantes sobre su viabilidad.
Las otras reformas como la laboral, presentada el jueves anterior en la secretaria del Congreso, que fue solamente socializada ante las centrales obreras, y poco, ante los gremios económicos, bajo la tutela del Ministerio de Trabajo, nos muestra ser más una reforma con unos artículos vigentes, que está enfocada a la formalización del empleo en Colombia o a satisfacer la necesidad de generar más puestos de trabajo.
La relacionada con el sistema financiero, es la reforma pensional que busca potencializar a Colpensiones y bajar protagonismo a los fondos privados. Se pretende cambiar el sistema vigente por uno sostenido por pilares en donde funcionarían cuatro grades puntales: solidario, semicontributivo, contributivo y de ahorro voluntario. El resto de las iniciativas gubernamentales que están definidas con el cuento del cambio no es destruir lo pasado, es levantar mejores cosas sobre los beneficios logrados. Tanto en lo laboral, como en la salud y las pensiones, el país no está tan mal como algunos en el vecindario, incluso en términos de Ocde, por tanto, hay que mejorar, en lugar de involucionar.
