Semanas atrás, el territorio huilense presentó una alta tasa de contagios por el Covid que obligó a algunos alcaldes y al Gobernador del Departamento a tomar medidas restrictivas para frenar el avance de este mortal virus, que, en otrora, lograron colapsar los sistemas de salud en otras localidades. El impacto de la pandemia de covid-19 no tiene parangón en la historia de Colombia. Esto, debido a que la velocidad con la que se multiplica, lo ha tornado proclive a variar algunas de sus partes o forma de funcionar esencialmente para adaptarse a las condiciones que se hayan presentado.
Esta crisis, llegó a generar una gran preocupación a las autoridades sanitarias, por el alto nivel de ocupación de las UCI, que llegaron a tener indicadores superiores al 90%, con el agravante del alto flujo de número de usuarios en los diferentes centros hospitalarios, que no encontraban la oportunidad de ser atendidos en los niveles de urgencias, que estaban saturados, como ocurrió en otras regiones del país.
En el Huila, y especialmente en su capital, como resultado de estas medidas restrictivas, se empezaron a generar una reducción significativa de casos confirmados por este virus mortal y por la disminución de los fallecimientos, de acuerdo con los boletines proferidos diariamente por la Secretaría de Salud Departamental.
Aunque la medida de pico y cédula en horas diurnas, aplicada en la ciudad de Neiva, fue muy controvertida por la opinión pública, porque no les permitía el ingreso simultaneo de las personas que tenían este documento terminado en cifras pares e impares a los centros comerciales, cines, almacenes de cadena, pero en la noche, si podían salir a los gastrobares sin ninguna restricción a disfrutar hasta las altas horas de la madrugada.
Luego de una valoración de la administración municipal de Neiva con las autoridades sanitarias de la región, tomaron la decisión con el visto bueno de los Ministerios de Salud y del Interior, de aliviar las medidas restrictivas, especialmente el levantamiento de la medida de Pico y Cédula. Era un grito que estaban pidiendo los gremios económicos de la localidad, dado la disminución significativa de los contagios y fallecimientos que se vienen presentando durante las últimas dos semanas.
Con estas nuevas medidas gubernamentales, no pueden servir de panacea para que se presenten desbordamientos en la población. Atrás deben quedar los comportamientos irracionales. Recordemos que este virus mortal, sigue vivo. No podemos confiarnos. Debemos seguir acatando estrictamente los protocolos de bioseguridad.
Actualmente la situación económica de estos establecimientos es crítica, porque sus ventas se han disminuido ostensiblemente y por ende la pérdida de empleos es alta en esta localidad. Tales decisiones buscan un equilibrio entre la salud y la economía.
