Diario del Huila

Café del Huila, primero en producción y calidad

Nov 29, 2024

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 Café del Huila, primero en producción y calidad

Por: Sergio Trujillo

Diputado Asamblea del Huila.

En el Huila, el aroma del café no solo despierta los sentidos; también impulsa el desarrollo, la sostenibilidad y el progreso económico. Hoy celebramos un momento histórico para el sector cafetero en nuestro departamento y en el país, una historia que, tras años de desafíos, se escribe con cifras de éxito, liderazgos ejemplares y una visión de futuro esperanzadora.

Desde hace 14 años, el Huila lidera la caficultura en Colombia, consolidándose como el mayor productor con una participación del 19,08% en la producción nacional. El último año cafetero lo reafirma: más de 2,2 millones de sacos salieron de nuestras fincas hacia el mundo, sustentando un valor de cosecha de $2,1 billones, que se tradujo en dinero circulante y bienestar para miles de familias. Además, la productividad de nuestros cafetales sigue en ascenso, alcanzando 29 sacos por hectárea, un logro que refleja no solo el trabajo arduo de los caficultores, sino también una institucionalidad sólida que los respalda.

Más del 80% de las variedades sembradas son resistentes a enfermedades y cambios climáticos, gracias al invaluable aporte de Cenicafé, que durante más de 80 años ha liderado la investigación en este campo. Estas cifras son posibles gracias al trabajo de 150 ingenieros extensionistas que, de la mano con los más de 86.000 caficultores huilenses, entre ellos 27.000 mujeres, transforman los desafíos en oportunidades.

Hoy, los caficultores reciben en promedio $2.700.000 por carga de 125 kg de pergamino seco, una cifra histórica que no se alcanzaba en décadas. Este precio favorable no solo mejora la rentabilidad del productor, sino que fortalece toda la cadena de valor, generando nuevas posibilidades para la comercialización del grano.

Hace 20 años, la caficultura enfrentaba su peor crisis. Los bajos precios internacionales y la recesión económica llevaron a que algunos directivos de la Federación Nacional de Cafeteros propusieran la erradicación de cultivos, incluso ofreciendo un millón de pesos por cada hectárea sustituida. Pero hubo quienes se negaron a rendirse. Rodrigo Villalba, entonces ministro de Agricultura, apostó por salvar la caficultura, impulsando un programa de compra de cartera morosa que devolvió a los campesinos la posibilidad de acceder a créditos y reactivó el sector. Hoy, esa semilla sembrada con valentía germina en cafetales productivos y comunidades prósperas.

En este buen momento, es justo destacar el liderazgo del huilense Germán Alberto Bahamón, actual director nacional de la Federación Nacional de Cafeteros. Por primera vez, un huilense ocupa esta dignidad, y su gestión, enfocada en los intereses fundamentales de los caficultores, está marcando la diferencia. Bahamón ha demostrado que el trabajo despolitizado, centrado en la calidad y sostenibilidad, es el camino para fortalecer la caficultura nacional.

En el ámbito regional, la ingeniera Edna Yolima Calderón, la primera mujer en liderar un comité departamental en el país, está dejando huella. Su gestión ha fortalecido la relación con los municipios productores, el gobierno departamental y la Federación Nacional, asegurando beneficios tangibles para los caficultores huilenses.

El buen momento del café nos impulsa a mirar hacia adelante con ambición. Entre las apuestas actuales están la construcción de centrales de beneficio para procesar café en cereza, garantizando calidad estandarizada y mayor rentabilidad para los productores, y el desarrollo de plantas de transformación para comercializar café en polvo, instantáneo y otros subproductos. Estas iniciativas no solo agregarán valor al grano, sino que diversificarán las oportunidades económicas de nuestras comunidades.

Además, los esfuerzos de cooperación internacional y el trabajo articulado con alcaldías, la CAM y otras entidades han permitido avanzar en proyectos de reforestación, conservación hídrica y mejoramiento de infraestructura vial y comunitaria, que benefician directamente a las zonas cafeteras.

El café huilense no solo es calidad y producción; también es transformación social. Las iniciativas de capacitación en barismo, cata, liderazgo y empoderamiento han fortalecido la asociatividad, especialmente entre mujeres, jóvenes y niños, asegurando la sostenibilidad del sector para las próximas generaciones.

Hoy, el Huila vive un momento de oro en la caficultura. El camino no ha sido fácil, pero los resultados hablan por sí solos. Desde nuestros cafetales hasta las tazas de café que deleitan al mundo, el café huilense lleva consigo historias de esfuerzo, resiliencia y éxito. Sigamos trabajando En equipo por el Huila para que este buen momento sea solo el comienzo de una era aún más próspera para nuestro café.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?