Alvaro Hernando Cardona González
Para evaluar el avance y balance de la agenda ambiental colombiana, se puede hacer partiendo del artículo titulado “La agenda ambiental quedó en veremos”, que hace poco publicó La Silla Vacía con autoría de Michelle A. Urrea Vivas. Si comparan dicha columna con esta verán varias diferencias.
La protección del medio ambiente ha sido una de las principales banderas del Gobierno Nacional y que partió con la visión de poner al país como referente en sostenibilidad.
¿Cómo va la agenda ambiental desde el Plan Nacional de Desarrollo? Analicemos los principales aspectos según su denominación: a) Ordenamiento territorial alrededor del agua.
Dijimos que sería muy importante que reordenáramos el territorio acorde con la disponibilidad del recurso hídrico (agua superficial, subterránea y ciclos de lluvias). Eso sí llevará a cambiar el modo de vida de muchos pueblos que no cuentan con servicio de acueducto y alcantarillado. Pero también eso llevará a repensar la “reforma agraria” ya que las adjudicaciones y formalizaciones dependerán de la accesibilidad al recurso. Esta no se hace titulando sino planeando la productividad y la calidad de vida del hombre del campo.
b) Naturaleza viva, territorios vitales. Es cierto que el mayor valor patrimonial colombiano es su diversidad natural. Pero en vez de más áreas protegidas, necesitamos delimitarlas y más protección efectiva de las existentes. Hay que aceptar que generan conflictividad.
c) Hacia una sociedad movida por sol, viento y agua. Es cierto, debe haber una transición realista y racional. Además, se necesita coherencia: los metales necesarios para las tecnologías de energía limpia, como la solar y eólica, podrían agotarse pronto y requieren explotaciones que siempre son minería controversial ¿Esa extracción provoca un aumento en la contaminación de agua, suelo y la salud?
d) Sociedad con basura cero. implementar el programa “Basura Cero”, que busca aprovechar todos los residuos sólidos a través del reciclaje y la valorización energética. Pero hoy, no hemos definido la alternativa para eliminar los vertederos a cielo abierto, ni se han tomado medidas para solucionar los problemas para lograr los cierres graduales de los vertederos a cielo abierto. Y ¿los lixiviados que contaminan suelos y aguas subterráneas?
En conclusión, pasa el tiempo. Estas metas se mencionan mucho en los discursos, pero no hemos avanzado mucho. Y las demoras, por una participación estéril, demandarán más tiempo aún. Hay que escuchar, pero para tomar las mejores decisiones. Pero decidir requiere valor institucional, ¿recuerdan? No lo vemos.