En cuanto a la compra de estos vehículos que iban a abastecer de agua a los demás carros de bomberos para ayudar en la extinción de las llamas o llevar el preciado líquido, así se previó en el año 2023, periodo donde los compraron. Ya el 23 de abril del mismo año, la Auditoria General de la Republica, trasladó a la Contraloría Departamental, una denuncia en torno a presuntas irregularidades en marcadas en el contrato en mención.
Ya el mes de mayo del año en curso, la denuncia fue trasladada a la Contraloría General de la República, debido a que el 100% de los recursos con que se financió el contrato son regalías del petróleo, por ende la entidad en mención es la facultada para investigar el caso.
Estos vehículos, habrían podido ayudar a mitigar las emergencias presentadas en la región tanto en la temporada invernal y seca.
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Vigilan el contrato
Frente a la denuncia realizada por Diario del Huila, este medio de comunicación dialogó con Andrés Felipe Vanegas, contralor departamental del Huila, quien expresó: “la adquisición de estos vehículos, se encuentra dentro de la agenda tanto de la Asamblea, organismos de control, quienes hacen vigilancia al contrato que tiene por objeto la adquisición de seis vehículos tipo ‘carrotanque’ para atender las emergencias en el año 2023 en la región”.
Los seis vehículos tipo mini mula por un valor de $ 4.300 millones, que fueron adquiridos en el año 2023 por la Gobernación del Huila, se encuentran en el taller de la empresa Carrocerías Súper, donde le van a instalar los tanques a los chasis. Sin embargo, desde Bomberos, indicaron que el problema es que el chasis adquirido, no estaba destinado para este fin y se modificó.
¡Así va la investigación!
Ya en relación al avance de este proceso de indagación, el funcionario develó. “Teníamos que decir con total contundencia que el 23 de abril del año 2023, la Auditoria General de la Republica, trasladó a la Contraloría Departamental del Huila, una denuncia en torno a presuntas irregularidades en marcadas en el contrato, del cual la Contraloría Auxiliar para la Participación Ciudadana analizó el caso, y el 3 de mayo de 2024, la denuncia fue trasladada a la Contraloría General de la República, debido a que el 100% de los recursos con que se financió el contrato son regalías del petróleo, y en consecuencia el órgano competente para investigar las presuntas irregularidades en materia fiscal, reside en esa entidad”.
El funcionario, indicó que en aras de estudiar el caso, habían programado una audiencia participativa, en el marco de la Ley 1757, a través de la cual buscaban que las ‘partes’ de dicho pacto, “el contratista, la sociedad contratante y entes de supervisión, expusieran las razones, por las cuales ha tenido mora la ejecución de este contrato, y denotaran las acciones que se han desarrollado por parte de cada uno, tanto del contratista para lograr el recibo de estos vehículos, por parte del Departamento, como de la Gobernación y la supervisión a cargo de la Secretaría de Gobierno, a efectos de determinar, las razones por las cuales no se han recibido los mismos y ¿que se ha hecho? para solventar aquellos obstáculos que se han presentado durante la ejecución de este contrato”.
Sin embargo, la audiencia tuvo que ser aplazada, debido a que los Cuerpos de Bomberos, se encontraban atendiendo las emergencias causadas por los incendios forestales, principalmente en el norte de la región.
En este sentido, el contralor indicó que podrían realizarla el próximo 4 de octubre, con el fin de contar con la participación de la Administración Departamental, el contratista, entes de supervisión y los cuerpos de bomberos.
“Asimismo, fuimos invitados por la Asamblea del Huila, a una sesión de control político que van a adelantar el lunes 30 de septiembre, donde se debatirán los problemas que ha tenido dicho contrato”, destacó Andrés Felipe Vanegas.
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La adquisición de los vehículos
En este sentido, la anterior Administración Departamental, adquirió seis vehículos tipo mini mula, por un valor de $726 millones cada uno. La marca elegida fue Wolswagen, y ahora los mismos están siendo arregladospara entrar en funcionamiento.
Al respecto, Edidson Fernández, delegado departamental de Bomberos del Huila expresó: “el proyecto contempla la adquisición de seis vehículos tipo cisterna y bomba de 250 galones de capacidad para expulsar agua, ellos pueden transportar 3.200 galones del preciado líquido, tipo doble troque, chasis rígido, que venían para fortalecer las capacidades en tierra, dirigido principalmente a los entes territoriales del norte de la región”.
Asimismo, los vehículos iban a mitigar las emergencias presentadas en el Departamento, tanto en la temporada invernal, para llevar agua a las poblaciones o seca, transportando el preciado líquido a otros automotores y así llegar a extinguir los incendios.
“El contrato para la adquisición de estos vehículos, le fue asignado a una empresa que no tiene la experticia técnica para la fabricación de los mismos. Se compraron automotores totalmente diferentes a los que se había presentado en el proyecto, y peor aún, piensan hacerle cambios estructurales al chasis. Adquirieron unos articulados, tipo tracto camión y pretendían volverlos doble troque, adicionando unos bastidores al chasis y colocándole un segundo eje. Nosotros no estamos de acuerdo con esas modificaciones, porque pueden poner en riesgo a nuestro personal, en los desplazamientos y a alguna zonas de la región de difícil acceso”, denunció el capitán.
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¿No se atendió la solicitud?
Por su parte, Andrés Muñoz, secretario de Gobierno, quien estuvo a cargo de la compra de los automotores, señaló que habían adquirido unos mejores automotores que los solicitados. Al respecto, el delegado departamental, puntualizó: “se perdió el horizonte de lo que se estaba solicitando, pedimos un vehículo tipo doble troque, de chasis rígido. Y claro las especificaciones técnicas de los automotores que se adquirieron, son superiores, una mini ‘mula’, pero según la norma técnica, el carro viene diseñado para halar, no para sufrir modificaciones en carga y el Código de Tránsito, no tiene contemplados esos ‘arreglos. ¿Por qué no compraron el chasis que se había solicitado?, independientemente de la marca”.
Según el funcionario adquirieron un vehículo articulado y habrían pretendido volverlo rígido.
“Todo el problema radica en el chasis, que no estaba especificado y la bomba para la extinción de incendios va soportada en un sistema rígido de tuberías, y al ser articulado, ¿cómo pretendían que el agua llegara a la bomba?, básicamente ese es el inconveniente”, destacó el capitán. Además, los automotores van a perder la garantía por parte de la ‘casa fabricante’. No se tuvo en cuenta este aspecto, “personalmente hice las observaciones, no tenemos nada en contra de la empresa, finalizó Edidson Fernández.
