A pesar de que, para algunos agentes económicos en el país, la memoria pesimista y catastrófica se desvanece y el país económico demuestra que las cosas van bien, mejor de lo esperado, aunque cuesta creerlo dadas las condiciones actuales, por la escalada alcista de todos los bienes y servicios que componen la canasta familiar. Por donde se mire, en todos los establecimientos comerciales, la presión inflacionista está a la orden del día. En las plazas de mercados los víveres, amanecieron en los primeros cuatros días del año, con un alza de los alimentos que desbordan totalmente las expectativas que tienen las familias colombianas.
Desde que el gobierno nacional promulgó la Ley 2161 del 21 de noviembre de 2021, por la cual se establecieron medidas para promover la adquisición, renovación y no evasión del seguro obligatorio de accidentes de tránsito, se generaron algunas expectativas para todos los propietarios de vehículos y motocicletas en el país. Inclusive se presentaron rechazo de las empresas aseguradoras, de acuerdo con la publicación de Fitch Ratings que se enfocó en la Ley del seguro obligatorio de accidentes de tránsito (Soat), porque iría a presionar la rentabilidad de las compañías de seguros.
Pero, transcurridos los primeros días del año, cuando se conocieron los nuevos precios del Soat fijado por la Superintendencia Financiera, en un 12,4% se dispararon las alarmas entre dichos propietarios. Nunca se habían visto incrementos tan exagerados, que afectan la rentabilidad de la actividad transportadora y a los propietarios de automotores y motos, que deberán sufragar estos costos exagerados no solamente del Soat, sino de la escalada alcista de los combustibles, repuestos y demás impuestos inherentes a este sector económico.
Así se tengan algunos descuentos del 10% por única vez en 2022 sobre la prima que paguen, dado el cumplimiento de algunos requisitos como no haber afectado la póliza por siniestros ocurridos durante 2020 y 2021 y haber renovado la póliza a tiempo, sin interrumpir o aplazar la vigencia, esta medida oficial es una estocada contra los exiguos ingresos que perciben las familias colombianas.
Así como están las cosas, estas medidas oficiales, en nada contribuyen para incentivar a los conductores para que compren el Soat y así disminuir los indicadores del 47% de evasión que actualmente se presenta. Consideramos que el gobierno Nacional, debe revisar estas medidas onerosas, sobre todo en medio de esta contienda electoral, donde los sectores políticos afectos al gobierno van a sufrir el rechazo masivo por parte del electorado, así no lo quieran aceptar el equipo económico del Alto Gobierno. Es una medida antipopular que le van a pasar factura en las próximas justas electorales. Amanecerá y veremos. Hoy las condiciones han cambiado. No son los tiempos de antes.
