Diario del Huila

Cuidado cerebral en la prevención del suicidio

Abr 11, 2022

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DIARIO DEL HUILA, SALUD MENTAL

Mg. Silvana Velásquez Agudelo

Psicóloga Clínica y de la Salud

Fundadora Fundación ANDA

Así como se habla en salud general, acerca de los cuidados que se deben de tener en cuenta para los órganos de los diferentes sistemas del cuerpo humano, se debe concienciar en la importancia de los cuidados que se deben de tener en el principal órgano del sistema nervioso, el cerebro.

El cerebro humano es el centro de mando para el sistema nervioso y permite los pensamientos, la memoria, el movimiento y las emociones mediante una función compleja que es el producto más alto de la evolución biológica. Mantener un cerebro sano durante la vida es el objetivo más importante en la búsqueda de la salud y la longevidad (NIH,2022). El cerebro humano es un órgano complejo y tiene al menos tres niveles de funciones que afectan a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana: interpretación de los sentidos y control del movimiento; mantenimiento de los procesos cognitivos, mentales y emocionales; y el mantenimiento del comportamiento normal y la cognición social (Wang, Pan, Li, 2020) Por lo tanto, la salud cerebral puede definirse como la preservación de la integridad cerebral óptima y la función mental y cognitiva a una edad determinada en ausencia de enfermedades cerebrales manifiestas que afectan la función cerebral normal. https://nutritionstudies.org/es/seminarios-web/puntos-claves-para-la-salud-cerebral/

¿Y porque hablar de salud cerebral en la prevención del suicidio?

En la última década, y especialmente en los últimos 10 años, ha habido un crecimiento en el número de estudios de neuroimagen que reportan una correlación entre los circuitos cerebrales (estructural y funcionalmente) y los pensamientos y comportamientos suicidas, asimismo, investigadores han identificado marcadores de activación inflamatoria a nivel cerebral, entre esas, la Phd. Victoria Arango – Directora Asociada de la División de Imágenes Moleculares y Neuropatología en el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York en el Centro Médico de la Universidad de Columbia. La neurocientifica colombiana define al suicidio como, una enfermedad del cerebro. Y así como se habla en salud general, acerca de los cuidados que se deben de tener en cuenta para los órganos de los diferentes sistemas del cuerpo humano; tales como, el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio, el sistema digestivo, entre otros más, se debe concienciar en la importancia de los cuidados que se deben de tener en el principal órgano del sistema nervioso, el cerebro.

Existen a nivel cerebral unos neurotransmisores cruciales que juegan un rol supremamente importante en el acto suicida, ellos son; la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, relacionados con la depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, agresividad, insomnio, estrés, entre otros.

Hablar de suicidio siempre será un tema que me generará un gran desafío, no por lo que representa, sino por la ceguera mental y social acerca de la problemática como tal. Los mitos y conceptos erróneos sobre la salud mental dan forma a las creencias y actitudes de las personas sobre el suicidio (Mayo Clinic, 2018) y no nos permite identificar para ayudar a tiempo.  Escuchar y discrepar en todo momento acerca de lo que en realidad constituye el suicidio, es desgastante. Sin embargo, estos espacios informativos me brindan la oportunidad de llegar a cada hogar para sensibilizar sobre un problema que afecta a 3000 familias diarias en el mundo (OMS,2011) y que no se trata de una decisión que la persona toma, ni un acto de egoísmo, ni de valentía, o de una persona que no contó con recursos internos para afrontar sus problemas. El suicidio va mucho más allá de ser un acto de cobardía. Uno de los hechos más sorprendentes sobre la conducta suicida, es cuán recurrentes o comunes son los pensamientos, impulsos y comportamientos de la persona que padece este tipo de sintomatología.

El suicidio no se asocia solo con un conjunto estrecho de síndromes o diagnósticos, sino que ocurre con una mayor frecuencia en una amplia gama de diagnósticos psiquiátricos, así como entre aquellos sin ninguna condición diagnosticable ( Jason B. Luoma, . Villatte, 2012)

Uno de los mayores desafíos en el desarrollo de estrategias de intervención clínica efectivas es la cantidad de vías que pueden conducir a la conducta suicida; intentos previos, abuso sexual, genética, epigenética, biología, trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos del pensamiento, consumo de sustancias alucinógenas, problemas en las relaciones sociales, contexto, cultura, espiritualidad, problemas de salud física, entre muchos más. Y, aunque el suicidio no es predecible, puede prevenirse.

Tips para cuidar el cerebro y mantenerlo sano para evitar la aparición del síntoma, a través de la producción de los neurotransmisores involucrados con el riesgo suicida:

La escuela de Medicina de la Universidad de Colorado propone pasos para el cuidado del cerebro:

1. Alimentación saludable: La serotonina se sintetiza a partir de triptófano, un aminoácido esencial, que obtenemos de la dieta.

Dieta MIND o dieta de la Mente:

El grupo de investigación SINAPSIS de los Estados Unidos, plantea que el plan de alimentación de esta dieta propone incrementar la ingesta de vegetales de hoja verde, Frijoles, granos secos, granos enteros (avena, quinua, arroz integral, pasta integral y pan 100% integral) Pescado, pollo, aceite de oliva, y disminuir las grasas saturadas, carnes rojas, alimentos fritos, mantequilla y azúcares.

2. Cuidar el sueño: La producción de serotonina influye regulando nuestra capacidad para dormir, favoreciendo o dificultando la conciliación del sueño dependiendo su presencia en el organismo. Si no duermes bien por la noche, no pensarás con tanta claridad durante el día, estarás irritado, de mal genio y cansado, esto se debe a la dificultad de la producción de este neurotransmisor.

a. Establezca rituales relajantes antes de dormir, como un baño tibio, un refrigerio ligero o leer.

b. Evite la cafeína, el alcohol y el tabaco, especialmente en cualquier momento después de la tarde.

c. Haga ejercicio todos los días, pero no entre 3 y 4 horas antes de acostarse.

d. Practique técnicas de relajación: relajación de los músculos (comience con la cabeza o los pies y baje o suba por el cuerpo).

e. Practicar 5 minutos de Mindfulness o atención plena (Puedes conseguir estos cortos videos por youtube)

f. Duerma sólo lo necesario para sentirse bien descansado. Pasar MENOS tiempo en la cama lo ayudará a dormir mejor mientras está en la cama.

3. Mantente Activo Socialmente y espiritualmente:

La actividad social ofrece apoyo emocional, mental y psicológico para quienes se preocupan por su forma de pensar, actuar y de ver el mundo. Las redes sociales humanas son un recurso invaluable y protector para el cerebro significativamente alto, ya que, activa la dopamina (Neurotransmisor involucrado con las sensaciones placenteras y la sensación de relajación) y cuando se logra esta activación, se está protegiendo el cerebro. Asimismo, mantenerse activo socialmente coadyuva a la producción de la noradrenalina (neurotransmisor) ya que está relacionada con la motivación.  De igual modo, en estudios realizados en cerebros de religiosas y budistas se ha evidenciado la activación y segregación de los neurotransmisores mencionados anteriormente, mientras practican la oración y la meditación.

La invitación esta semana santa que inicia es que trabajen en el cuidado de su salud cerebral, acercándose a un espacio de reflexión, oración y contemplación para ayudar a nuestro cerebro en generación de nuevas redes neuronales, sensaciones de bienestar y relajación.                                                                             

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