Diario del Huila

El enorme reto de los Galán y Lara 

Ago 7, 2021

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DIARIO DEL HUILA, ANÁLISIS

Por: Alfonso Vélez Jaramillo 

Los hijos de los inmolados Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, tienen la responsabilidad de organizar el Nuevo Liberalismo, sin ser inferior a un partido moderno que concite el interés nacional y encare la difícil problemática económica, social y política colombiana para rescatar la credibilidad en la dirigencia política.

Ahora que la Corte Constitucional revivió al Nuevo Liberalismo, y ordenó al Consejo Nacional Electoral, CNE, otorgarle su personería jurídica como partido político, llegó el momento histórico para que los hijos de sus fundadores Luis Carlos Galán Sarmiento y Rodrigo Lara Bonilla, decidan su futuro de manera independiente.

Los hijos de Galán y Lara, tienen la responsabilidad de seguir los postulados de sus primeros orientadores y definir cuáles son sus pretensiones frente al ordenamiento jurídico, especialmente de cara a los colombianos que desean cambios en la manera de servir a través de la deteriorada actividad política.

Entra en escena otro factor determinante y no hay duda de que generará cambios en la política nacional y, a corto plazo, en los resultados del proceso electoral del próximo año, debido a que es visible un declive en la desgastada clase política colombiana, razón por la que se perciben deseos de cambio en la conducción del Estado.

El Nuevo Liberalismo, podrá inscribir candidato a la presidencia y expedir avales para los candidatos al Congreso nacional, gobernaciones y alcaldías y las corporaciones públicas de todos los departamentos y municipios colombianos.

Esto podría cambiar el panorama político, sobre todo en materia de entendimientos y posibles coaliciones, porque es muy posible que van a aparecer figuras jóvenes que no han tenido oportunidad en otros partidos que manejan “a dedo” y por negocio sus avales.

El senador Rodrigo Lara Restrepo, hijo del inmolado ministro Rodrigo Lara Bonilla, salió del gobierno Uribe, en el cual estuvo por poco tiempo cuando muy joven ocupaba el cargo de Zar anticorrupción.

Lara Restrepo, desempeñando ese cargo tuvo conocimiento de documentos y detalles que le habían ocultado acerca de la muerte de su padre por Pablo Escobar y el narcotráfico, con sus tentáculos y sus relaciones con la política y el poder.

Lara, fue cabeza visible y ahora está aislado del partido Cambio Radical, su hermano medio el ex alcalde de Neiva Rodrigo Armando es del movimiento de Sergio Fajardo. El senador Rodrigo Lara Restrepo y los Galán, son cartas potenciales para aspirar y ocupar algún día, cualquiera de ellos, la presidencia de la república.

Por su parte, los hermanos Galán deben decidir cuál es el líder de la familia y quien será el que aspire, o si van seguir en partidos políticos diferentes, mecanismo mediante el cual los candidatos hermanos o familiares hasta cuarto grado de consanguinidad, le hacen esguince a la ley que prohíbe el nepotismo, según el artículo 179, parágrafo 6 de la C. Política.

Los hermanos Galán que han demostrado su vocación política y aspiran a cargos de elección popular de manera simultánea por diferentes partidos para no tropezar con el régimen de inhabilidades e incompatibilidades que prohíbe a los familiares por el mismo partido político, tendrán que decidir su futuro.

El espíritu del Constituyente de 1.991 fue honradamente evitar que «se utilice la fuerza electoral de uno para arrastrar a sus parientes más cercanos y crear dinastías electorales» (Gaceta Constitucional No. 79 del 22 de mayo de 1991, p. 16).

El nepotismo y las dinastías electorales, son perniciosas para la democracia y prosperan al amparo de la maquinación del poder que puede emanar de unas pocas familias, que se convierten empresas políticas, como suele ocurrir cotidianamente.

Los Galán, deben decidir si son Galanistas y pertenecen al Nuevo Liberalismo o, se divide la familia y cada uno se va a otras toldas partidistas, que sería un mal mensaje para la opinión pública.

El Nuevo Liberalismo no tiene personería jurídica como partido desde 1988 por manifiesto interés de Luis Carlos Galán, quien decidió en aquel entonces, regresar y unir de nuevo al Partido Liberal.

La decisión la tomó luego de los acuerdos políticos para que Galán fuera el candidato único de la colectividad en las elecciones de 1.990.

Sin embargo, esa fuerza política, según la Corte Constitucional, desapareció luego como movimiento político a consecuencia de la violencia desatada en aquella época, con la irrupción del narcotráfico y las mafias, con el apoyo camuflado de muchos legisladores e influyentes funcionarios, más tarde desenmascarados.

Fue un periodo muy triste nefasto de la historia colombiana financiada por Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha “El mejicano”, entre otros, quienes desataron una ola de terror, sin precedentes, mataron miles de personas y prácticamente arrodillaron al Estado colombiano mediante la violencia.

La Corte falló que el Nuevo Liberalismo había desaparecido por la intimidación y el terrorismo, que inclusive asesinó a Luis Carlos Galán y a Rodrigo Lara, además de perpetrarse muchos atentados y acabar con la vida de sus principales figuras.

Pertinente recordar que el entonces representante a la cámara y ex ministro de gobierno y de hacienda, Cesar Gaviria Trujillo, un dirigente liberal destacado, contra todos los pronósticos y cuando nadie lo esperaba, ingresó a las toldas galanistas.

Habían acordado una especie de frente nacional liberal interno para recuperar el poder perdido ante Belisario Betancur, por la división de su partido, pero luego ocurrió el asesinato de Galán.

Los magnicidios de Lara y Galán, sobrevinieron cuando sus hijos eran niños y ahora, más de 30 años después, ellos tendrán la responsabilidad de darle vida o acabar con el legado de sus fundadores, recordando que no fueron únicamente Galán y Lara.

Para ser honestos, son muchos otros los creadores de ese partido que llegó a tener vocación de poder perceptible en las elecciones de 1.990, en la cual, a consecuencia del magnicidio de Galán, los colombianos eligieron a Cesar Gaviria, por pedido de su hijo Juan Manuel.

Insoslayable recordar que Juan Manuel Galán, el hijo de Luis Carlos Galán, en pleno sepelio de su padre entregó las banderas del Nuevo Liberalismo al liberal César Gaviria Trujillo, para que fuera el candidato presidencial. Gaviria había llegado al galanismo hacía poco menos de año y medio.

El hoy senador Galán, sostiene que fue un error del cual se arrepiente, luego de que el jefe del liberalismo Gaviria Trujillo, en las elecciones pasadas no apoyó al candidato de su partido Humberto de la Calle, sino que ofreció su respaldo al candidato uribista Iván Duque, el actual presidente y este hecho lo motivó a retomar las ideas galanistas y volver a fundar el movimiento creado por su papá.

Luis Carlos Galán, fue influenciado por el temperamento del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán asesinado en 1.948, a quien siempre admiró por su transparencia y su manera directa de hacer la política, inclusive muchas personas los asociaban.

La historia considera hoy día a Luis Carlos Galán, como uno de los grandes políticos del Partido Liberal del siglo 20, junto a Jorge Eliecer Gaitán y a Rafael Uribe Uribe y destaca a Rodrigo Lara Bonilla, quien murió por luchar contra las mafias y el narcotráfico.

Paradójicamente ninguno de los cuatro llegó a la presidencia y los cuatro fueron asesinados, pero tienen un sitial de honor en la convulsionada y violenta historia de Colombia, que no pudieron cambiar y que la política indecente y antipatriótica no deja cambiar.

Rodrigo Lara Restrepo y Carlos Fernando Galán.

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