Javier Ernesto Monje Escobar |
El departamento del Huila ha sido siempre un territorio de pujanza, esfuerzo y dedicación, y desde el 2012, se ha consolidado como el mayor productor de café en Colombia, un logro que no ha sido casual, sino posible gracias a la verraquera y gallardía de nuestros caficultores. Hombres y mujeres que, día a día, entregan su energía, manos y corazones para cuidar y sacar adelante los cultivos que forman parte de nuestra esencia.
Son 35 de los 37 municipios del Huila los que dedican sus esfuerzos a esta admirable labor, con más de 85.757 caficultores y 145.740 hectáreas de cultivos distribuidas en 101.442 fincas, el café ha pasado a ser el corazón de nuestra economía rural. Este esfuerzo se refleja en cifras que llenan de orgullo: 148.043 toneladas de café pergamino seco, equivalentes a 2’427.000 sacos de café excelso de 60 kilogramos, lo que nos posiciona como líderes en cantidad y calidad a nivel nacional.
Es hora de que empecemos a llamar las cosas por su nombre: Huila es el verdadero eje cafetero de Colombia. Durante más de 13 años, hemos sostenido este título no solo por la cantidad que producimos, sino también por la excelencia que caracteriza nuestro grano. Sin embargo, el reconocimiento no es suficiente, nuestro departamento ha sido invisible para el gobierno nacional durante años, a pesar de los grandes aportes que hacemos al país desde la caficultura.
Hoy, más que nunca, tenemos el mérito y la necesidad de exigir inversión que no solo fortalezca la producción de café, sino que también impulse el desarrollo rural y fomente el turismo sostenible. El Huila, con sus majestuosas montañas como escenario perfecto, lleno de cafetales, es el lugar ideal para que el turismo rural crezca y gane protagonismo. Pues con esta forma de turismo, que día a día cobra cada vez más fuerza, tiene el potencial de dignificar aún más la labor de nuestros caficultores, permitiendo que el mundo descubra la grandeza de nuestra tierra y lo que significa ser parte de una tradición profundamente arraigada a esta cultura.
El café no es solo un producto, es nuestro orgullo, la esencia que nos une como huilenses y nos conecta con la tierra. Este es el momento para que el departamento reciba la atención y el lugar que merece en las políticas de desarrollo rural y en los planes de inversión del gobierno nacional. Como eje cafetero, tenemos la responsabilidad y el derecho de seguir creciendo, dignificando el trabajo de nuestros campesinos y llevando con orgullo el nombre del Huila como el mayor productor de café de Colombia.