DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
El departamento lleva ya 8 años a la espera de que se materialice la ejecución de las obras de doble calzada de la vía Neiva – Pitalito – Mocoa – Santana, con sus respectivas variantes en los municipios de Hobo, Gigante, Timana. Mientras tanto, hoy en día se tiene una vía en condiciones de lamentable deterioro.
Esta semana el presidente de la república Iván Duque acudió con funcionarios del Ministerio de Transporte, algunos empleados de la ANI y autoridades locales, a lo que fue la entrega oficial de la doble calzada de la vía Aipe – Neiva.
Sin embargo, aquí hay que hacer claridad que esa doble calzada es una obra del anterior gobierno. La ampliación del corredor vial en ese sector hace parte de los trabajos a cargo de la empresa concesionaria que se ocupa, desde hace por lo menos 7 años, de las obras para el mantenimiento y modernización de la carretera Girardot – Neiva.
Mientras tanto, aquí en la región, los huilenses han quedado con el sentimiento de que el actual gobierno queda en deuda con el departamento. Si bien es cierto que Juan Manuel Santos ilusionó con la concesión de la ruta 45, ya que las expectativas que abrigaban en el Departamento de tener un corredor vial de 4G no se cumplieron en sus ocho años de gobierno; han pasado ocho largos años desde que se firmó el primer contrato, y ni en el gobierno anterior, ni el actual lograron desenredar, oportunamente, el pleito con la empresa Aliadas “vías para el progreso”.
Son entonces ya varios, los años que en el Huila han estado esperando por una solución y por el comienzo de las obras. La preocupación que se tiene es que aún no se concreta un cronograma definitivo de construcción de las principales obras, ni de un mantenimiento rutinario de la vía. Esta afirmación se evidencia en el lamentable estado de conservación de la carpeta asfáltica, en las continuas fallas de la banca en diferentes sectores y en el lamentable y peligroso estado en que se encuentra el paso por ‘Pericongo’.
Por informaciones del Ministerio de Transporte, en la época, se conoció que el valor originalmente adjudicado para ejecutar las obras de doble calzada de la vía Neiva – Pitalito – Mocoa – Santana, con sus respectivas variantes en los municipios de Hobo, Gigante, Timana y la solución definitiva del paso por el sitio de Pericongo, fue de $3,64 billones de pesos.
Como paliativo, después de la protesta de los huilenses, el gobierno le cedió el contrato a una empresa de ingeniería China, al menos fue lo que se supo hace un año. Ahora, se ha sabido que finalmente la obra se le adjudicó a un consorcio del cual hace parte la empresa Grupo Colpatria, uno de los grupos financieros más exitosos del país en esa clase de obras.
¿En qué se ha avanzado hasta ahora? Principalmente en el parcheo de la calzada llena de huecos por el olvido nacional y en la solución y construcción de algunas variantes en lugares puntuales afectados por las distintas olas invernales de los últimos ocho años. Actividad esta que no estaba prevista, y sus costos afectan la disponibilidad presupuestal del contrato concesionado.
Recién se conoció que este gobierno había cedido el contrato, se supo que el presupuesto de inversión para construir la doble calzada, en toda su longitud, había sido recortado a $1,65 billones de pesos. Esa información de igual manera se conoció por informes de la ministra de Transporte, Cecilia Orozco en una de sus últimas visitas al departamento del Huila. Sin embargo, se confirmó que el valor original no ha disminuido, que la inversión que ejecutará el nuevo consorcio será, al principio de $1,5 billones de pesos, y que los otros $2,14 billones de pesos se completarían, con la ejecución de actividades relacionadas con el corredor vial hasta completar los $3,64 billones de pesos en los siguientes 25 años, tiempo que dura la concesión.
La pregunta que surge para muchos es cuáles son las obras que tienen previstas ejecutar con los cientos de miles de millones de pesos que se recaudarán por el cobro de los peajes en esos 25 años. Al igual que en cuánto se estima ese recaudo, para tener certeza de los dineros que se invertirán en las obras que no están financiadas, descontando desde luego, las utilidades que le correspondan al nuevo consorcio. Ahora bien, y con los peajes ya recaudados, estimados en más de $600.000 millones de pesos, ¿qué ocurrirá?
Teniendo en cuenta que el presidente Iván Duque se ira del gobierno el 7 de agosto, es decir, en menos de 44 días. ¿Qué consecuencias traerá para la región una posible disminución en la inversión?
En primer lugar, que a diferencia del resto del país que tiene sus vías 4G en completa ejecución y algunas de esas carreteras completamente terminadas, la del Huila, todavía no se inicia, y se cree que no se construirá la esperada doble calzada. Esa ampliación no llegará ni siquiera a Campoalegre. En segundo lugar, que los huilenses continuarán con una vía estrecha, con velocidades promedio máximas de 30 km/hora debido al tráfico pesado de la carretera, y el tiempo de recorrido cada día será mayor. En tercer lugar, que no se construirán algunas de las variantes en los municipios antes anotados, y en cuarto lugar, que tampoco logrará el departamento la solución definitiva en el sector de Pericongo.
