Incertidumbre se vivió en el transcurso del año en varios sectores agropecuarios del país. En el área de los productos cárnicos los precios se elevaron. Actualmente por la temporada decembrina el consumo de la carne de cerdo ha incrementado, sin embargo, las plantas de beneficio animal siguen realizando el llamado a la formalidad. Diario Del Huila, dialogó con Ernesto Jimeno Duran García, gerente de Ceagrodex del Huila.
DIARIO DEL HUILA, ENTREVISTA
Por: Johan Eduardo Rojas López
Fotografías: Felipe Poloche
En aras de conocer la situación de las plantas de sacrificio animal y de la realidad que afrontan los actores del producto cárnico en el departamento del Huila, esta Casa Editorial, dialogó con Ernesto Jimeno Duran García, gerente de Ceagrodex del Huila, quien fue enfático en afirmar que, esta vigencia puntualmente fue muy compleja.
Ad-portas de culminar el año ¿Qué balance puede entregar usted del producto cárnico porcino en el departamento del Huila?
Este fue un año particularmente difícil porque fue electoral y hubo mucha incertidumbre. Además, un periodo en donde los precios han venido creciendo de manera considerable, pero eso no es debido a los productores primarios que durante mucho tiempo tuvieron un comportamiento prácticamente plano.
Se habla de que muchos productores salieron del negocio ¿Eso es cierto?
Si señor, insisto en que fue un año difícil porque los alimentos crecieron muchísimos y eso hizo que muchos productores primarios salieran del negocio. La carne del cerdo es un producto muy competitivo porque tiene un precio bastante atractivo y ha ido ganando espacio.
Jimeno, en ese sentido, ¿Cuál es el panorama?
La carne de cerdo generalmente ha tenido un precio muy por debajo de la carne de res. Este año ha habido una inflación y un precio del dólar alto y, por lo tanto, los alimentos balanceados para los cerdos han crecido. Es por eso por lo que la carne de cerdo ha tenido un crecimiento en precio. La carne de cerdo sigue siendo un producto que tiene unas condiciones muy atractivas para el consumo, a pesar de que, su costo ha tenido una afectación por las materias primas con que se alimentan los cerdos.
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Aparte del aumento de insumo, ¿Qué otras problemáticas tuvieron?
No, básicamente, las dificultades normales del giro de su negocio, ya que, al crecer los costos, el margen que le quedan a los productores es muy estrecho y se vuelve una actividad complicada de alto riesgo porque el 70% del valor de la carne de cerdo, es producto del costo de los alimentos.
¿Cómo ven ustedes la gestión realizada por el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro?
Gustavo Petro es el presidente de los colombianos y todos tenemos que apostarle a que le vaya bien porque si es así, nos va bien a todos. Aunque yo no soy porcicultor, sino que manejo una planta de beneficio, puedo decir que hasta la fecha no hay nada que los beneficie. Claramente él está diciendo que va a enfilar todos sus baterías hacia el sector agropecuario y esperamos que se produzcan las medidas porque en este momento no hay nada claro con este sector.
¿Qué fue lo que sucedió con las declaraciones de los mal llamados mataderos?
Hay algunas cosas que nos apartan de su pensamiento. En el caso de los mataderos, sencillamente, él culpa al cierre de los mataderos municipales, del precio de la carne y eso no es cierto; está mal informado. Empezando porque en este momento en la gran mayoría de municipios, en el caso de los cerdos, lo que hay es una ilegalidad y falta de control por parte de las autoridades que hace que la población se ponga en riesgo por el consumo de esta carne no controlada.
Hoy en día lo que se deben tener para el procesamiento de carne son plantas de beneficio y no mataderos. El Huila tiene plantas de beneficios municipales de autoconsumo como la de Algeciras, Palermo, Isnos y Suaza. El problema radica en que por el bajo volumen de beneficio no son autosostenibles. No se requiere alta tecnología, sino procedimientos sanitarios que garanticen la inocuidad de la carne que entregamos a la población.
¿Qué cantidad de cerdo se sacrificó durante este año en el departamento del Huila?
Yo me doy cuenta, por lo que se sacrifica en la planta nuestra, porque creo que hay una gran informalidad e ilegalidad que están por fuera del control de las autoridades. Nosotros sacrificamos entre 45 mil a 50 mil animales al año.
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Habla usted de informalidad, una problemática que los aqueja desde hace bastante tiempo y que pone en riesgo a los actores del gremio y, desde luego, a la población ¿Cómo está la situación en este momento?
Nosotros somos una empresa que cumple con sus obligaciones legales y el Gobierno Nacional le quiere apostar a la formalidad. Creo que, de no haber controles, esos mataderos municipales, se convierten en una fuente de informalidad donde llegan animales de dudosa procedencia. De manera que yo creo que hay que apostarle a la formalidad; hay un plan de racionalización bien pensando que no ha funcionado, por eso, se presentó días atrás un comunicado de prensa en el que Garzón informó que cerraba la planta de beneficio. La gente prefiere sacrificarse en la ilegalidad con todo el riesgo que significa esto para la población.
¿Cómo ve el tema de salubridad en el área cárnica?
Yo creo que ahí hay una deficiencia bien grande porque el INVIMA no tiene dientes para controlar la calidad de los productos porque se dedican solo a las plantas que están autorizadas y en el Huila más de la mitad del sacrificio esta ilegal, de manera, que existe un riesgo importante para la población que, de alguna manera, las secretarías de salud deberían abordar.
Hay municipios donde todo lo que se consume no tiene ningún control y allí se da la afectación de los campesinos. Habrá que preguntarles a las secretarías de salud qué se va a hacer para controlar el suministro de productos de dudosa procedencia y que pueden colocar en riesgo la salud de los huilenses y neivanos.
Se conoce que durante esta época del año se da un incremento notorio ¿De cuánto exactamente?
Lo que se ve venir es una temporada de fin de año donde hay una mayor demanda de la carne de cerdo y, por lo tanto, tiende a subir. Sin embargo, es una demanda que tiene un comportamiento cíclico en el cual en diciembre sube y en enero se presenta una pequeña baja. El consumo puede crecer en un 30% o 40%.
¿Cómo está el departamento a nivel nacional en la producción de cerdo?
El departamento es deficitario en cerdos, eventualmente, sacamos cerdo del Huila para el Caquetá y Putumayo, pero también viene cerdo desde Antioquia que se procesa en el Huila y se vende en estos departamentos. El Huila es deficitario en la producción de carne de cerdo y ahí hay un espacio importante que deben llenar los porcicultores del departamento del Huila creando las condiciones propicias por parte de las políticas del Estado para que crezca la producción de alimento porcino.
Es que la carne de cerdo es una proteína de muy alta demanda en donde espero yo que el país cree las condiciones para que este sector primario se desarrolle y crezca. El Huila tiene todo el potencial para crecer. Es más, el 50% de los cerdos que se benefician viene de afuera del departamento más las carnes que ya vienen procesadas. De manera que el potencial del cerdo en el departamento del Huila es enorme, lo que hay que crear es condiciones para que el productor primario pueda producir cerdos.
Finalmente ¿Qué pasó con los encuentros nacionales y departamentales del gremio?
Yo creo que los encuentros con todos los actores que conforman la cadena cárnica porcina y la cadena cárnica bovina son importantísimos, por eso, hay que fomentarlos porque en esos encuentros se intercambian opiniones y sencillamente se identifican las problemáticas de distintos sectores. Yo creo que todos los actores de las distintas cadenas productivas tienen que mejorar su competitividad porque o sino tendemos a desaparecer, eso es claro.
