Alvaro Hernando Cardona González
Todos los países se han visto afectados, en algún momento histórico, por enfermedades entéricas tanto endémicas como epidémicas. Infecciones que constituyen la primera o segunda causa de mortalidad y morbilidad. Y aunque hay indicios de declinación de la tasa de mortalidad, lamentablemente el total de defunciones aumenta, cómo no, debido al crecimiento demográfico. Nuevamente traemos a colación, las reflexiones que incluimos en varias columnas de inicio de este año sobre que el aumento de la población es el más básico origen de la degradación ambiental. Cosa que se agravará con el aumento de gobiernos populistas en el planeta, pues son los que menos sinceran los problemas.
La situación descrita, se empieza a solucionar con el saneamiento ambiental. La Constitución Política de Colombia, la consagró en el artículo 49, previendo que es un servicio público a cargo del Estado; garantizando a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud; asignando al Estado la prestación de servicios de salud y de saneamiento ambiental y también, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Finalmente ordenando al Congreso de la República que defina las competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares. También en el artículo 366, prescribiendo que el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado y que será objetivo fundamental de la actividad estatal la solución de las necesidades insatisfechas de saneamiento ambiental y de agua potable. Incluso, previó que para tales efectos, en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales, el gasto público social tenga prioridad sobre cualquier otra asignación.
Las enfermedades mencionadas al principio de esta columna, obedecen a numerosos microorganismos específicos u obran en combinación. Varían en función del tiempo, el lugar y la edad de las personas. De hecho, los estudios epidemiológicos señalan que por regla general todas tienen una causa común, es decir, la presencia de excreta humana en el lugar indebido: en el agua, en los alimentos, en las manos y, constantemente, en las empresas o habitaciones. Por eso el saneamiento ambiental es crucial: cómo gestionar el agua residual y los residuos sólidos son dos de los grandes interrogantes humanos.
Hoy día los gobiernos municipales y distritales le sacan el cuerpo a atender estas problemáticas. Y con ello aumentan el conflicto social. Son pésimos gobernantes y grandes contribuyentes a la violencia y percepción de corrupción. El saneamiento ambiental debe estar de primero en la agenda gubernamental.
