La construcción del viaducto de Pericongo ha sido una de las promesas más esperadas por los habitantes del sur del Huila el proyecto, que busca mejorar la conectividad intermunicipal, es clave para la seguridad vial de una zona históricamente afectada por la falta de infraestructura moderna. Sin embargo, este proyecto estratégico, que se proyecta como un hito en la infraestructura regional, ha quedado atrapado en un mar de trámites burocráticos y conflictos administrativos que amenazan con retrasar aún más su ejecución.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
POR: ALEJANDRO POLANCO
Pese a ser un proyecto prioritario, el viaducto sigue siendo una obra pendiente, en gran parte debido a los trámites administrativos que retrasan su puesta en marcha. Aunque los recursos están asegurados y los diseños han sido aprobados, la obra aún no ha comenzado debido a la falta de licencias ambientales, un requisito indispensable para el inicio de la construcción.
En conversación con el Diario del Huila, el senador Carlos Julio González Villa señaló que, a pesar de los esfuerzos realizados para impulsar el proyecto, aún no se han superado los trámites burocráticos que han frenado su avance. El senador destacó que el viaducto es una obra vital para la región, que beneficiaría a miles de personas, pero también enfatizó que el proceso de licenciamiento ambiental ha sido más largo de lo esperado.
«El país no puede seguir perdiendo tiempo con burocracia. Necesitamos que la CAM y la ANLA se coordinen y resuelvan este asunto de una vez por todas,» expresó el senador Carlos Julio González Villa, uno de los defensores más firmes del proyecto. Según González Villa, las autoridades ambientales están demorando un proceso que ya cuenta con los estudios técnicos necesarios y el financiamiento aprobado.
“Este viaducto es fundamental para la seguridad vial y el desarrollo económico del sur del Huila. Sin embargo, lo que nos está retrasando es la obtención de las licencias ambientales. Es un proyecto que debe empezar cuanto antes, ya que los estudios están listos, y los recursos están garantizados. Es cuestión de cumplir con los trámites que son necesarios para proceder,” afirmó González Villa en su diálogo con el medio.
Trabas ambientales: el principal obstáculo
A pesar de que el proyecto ha sido aprobado técnicamente, el principal obstáculo que enfrenta su ejecución son las licencias ambientales. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) han señalado que el terreno en el que se construirá el viaducto presenta complejidades geológicas y climáticas que requieren estudios más exhaustivos antes de otorgar los permisos necesarios para la construcción. Sin embargo, la falta de consenso entre ambas entidades ha provocado retrasos en la emisión de las licencias, lo que mantiene paralizada la obra.
Carlos Andrés González Torres, director de la CAM, ha explicado que las condiciones del terreno son de alto riesgo, lo que requiere un análisis más detallado de las posibles implicaciones ambientales antes de dar luz verde al proyecto. No obstante, desde la ANLA, se argumenta que la competencia para autorizar el proyecto recae directamente sobre la CAM, lo que ha generado un estancamiento en la aprobación de las licencias. Esta falta de celeridad ha sido criticada por varios líderes políticos y locales, quienes consideran que los estudios iniciales ya abordan las complejidades del terreno y que no existe justificación para seguir retrasando el proceso.
Por su parte, el gerente de la concesionaria Ruta al Sur, Juan Carlos María Castañeda, también ha expresado su preocupación por la demora en la obtención de las licencias. Castañeda subrayó que, una vez otorgadas las licencias, la construcción del viaducto podría comenzar de inmediato. «Los recursos están disponibles, los estudios se han realizado, y el diseño es completamente viable. Lo único que falta es la decisión final de las autoridades ambientales para comenzar con la obra,» afirmó Castañeda, quien lamentó la falta de acción por parte de las entidades responsables.
La perspectiva local: el llamado de los líderes políticos
El alcalde de Pitalito, Yider Luna Joven, también se ha pronunciado sobre la necesidad urgente de que se inicien las obras del viaducto. En un diálogo con El Diario del Huila, el alcalde expresó su frustración ante los retrasos en la tramitación de las licencias ambientales. Según Luna Joven, el proyecto es fundamental para la seguridad de los habitantes de Pitalito y de los municipios cercanos, y no puede seguir esperando más tiempo.
“Es fundamental para conectar a Pitalito y otros municipios con el resto del país. Sin embargo, el retraso en las licencias ambientales es lo que ha parado el avance de la obra. No podemos seguir esperando más,” manifestó el alcalde quien también destacó que el proyecto es clave no solo para el bienestar de la región, sino también para mejorar la competitividad de los productores agrícolas y turísticos, quienes dependen de una infraestructura adecuada para transportar sus productos y acceder a nuevos mercados.
En el marco de la presión por acelerar la ejecución del viaducto, el próximo paso será la realización de un debate de control político en el Congreso. Este evento buscará poner en la mesa las responsabilidades de las autoridades ambientales y el Ministerio de Transporte respecto al proyecto. Según los organizadores, se espera la participación activa no solo de los congresistas y alcaldes, sino también de representantes de los gremios empresariales y la comunidad en general, quienes han manifestado su apoyo al viaducto y su preocupación por los retrasos en su ejecución.
Durante este debate, los parlamentarios del Huila y los alcaldes del sur del departamento demandarán respuestas claras sobre las razones por las cuales no se han otorgado las licencias ambientales necesarias, a pesar de que el proyecto cumple con todos los requisitos técnicos. Además, se buscará que se definan los plazos para la emisión de los permisos y la reactivación inmediata de los trabajos.
El futuro del viaducto de Pericongo seguirá siendo incierto, ya que su avance está condicionado a la resolución de diversas barreras y aunque el proyecto tiene el respaldo de varios sectores de la región, su ejecución depende de las decisiones que tomen las autoridades responsables. El próximo debate en el Congreso servirá como un espacio para discutir estos obstáculos y buscar una solución que permita avanzar en una obra de infraestructura crucial para el sur del Huila. Las expectativas siguen siendo altas, pero el tiempo será un factor determinante para que el proyecto se materialice.