El negocio de la ropa usada o de segunda viene creciendo significativamente. De acuerdo con Fenalco Antioquia, después de la pandemia los establecimientos del Valle de Aburrá enfocados en este segmento han tenido un mayor dinamismo y los crecimientos en las ventas son hasta del 40%. El gremio estima que este comportamiento continuará en ascenso.
Las cifras demuestran que, mientras una muda de ropa nueva puede costar $100 mil o $120 mil pesos, una usada oscila entre los $25mil pesos en distintas zonas de Medellín, ciudad donde se ha visto el incremento de este fenómeno.
Dentro de los principales clientes de este mercado se encuentran universitarios y personas de clase media. Según el Dane, uno de los jalonadores del aumento de la inflación en febrero de 2022 fue el alza en los precios de prendas de vestir y calzado, cuyo incremento fue de 5,31%.
Uno de los principales factores que ha llevado a que la ropa usada sea una opción válida entre diferentes personas son las dificultades para importar insumos y productos terminados, además del encarecimiento en el último año de alrededor de 40% en el precio del algodón.
En los últimos años la forma de consumir la moda ha cambiado. El mundo se ha volcado hacia la tendencia de una mayor conciencia ambiental que ha permitido que el modelo de negocio de moda circular prospere.