Alfonso Vélez Jaramillo
El proyecto mediante el cual el alcalde de Neiva Germán Casagua, le solicitó al Concejo, autorización para gestionar un empréstito por 80 mil millones con la banca, confirma lo dicho en mi columna del 9 de marzo de 2024.
En esa oportunidad titulé, “No es tan difícil la situación de Neiva”, discrepando con lo afirmado por el hoy mandatario, quien había negado en su campaña cualquier posibilidad de endeudar al municipio y asegurar haberlo encontrado quebrado.
Por fortuna, hoy la situación no es así. Entendible su posición, pero le hallaba difícil cumplir su programa de gobierno, ya que sin recursos no funciona nada, inclusive, ni las iglesias, mucho menos una capital de departamento como Neiva, con tantas necesidades insatisfechas y sin plata para inversión. Sin recursos es difícil gobernar.
Neiva es una ciudad en pleno desarrollo económico, social, político y urbanístico y hay muchas cosas por hacer y se necesitan obras por montones.
En el gobierno del alcalde Lara consideré inconveniente endeudar el municipio y me enfrenté a este proceso por 30 mil millones, al cual le encontré errores y muchas fallas de tipo administrativo, además porque a Lara le faltaban menos de tres meses para terminar su mandato y no era de buena presentación un endeudamiento del municipio.
El gobierno de Gorky Muñoz, se equivocó porque endeudó la ciudad por 85 mil millones en dos tandas, en lugar de haberlo hecho de una vez.
Cuando solicitó la segunda parte por 25 mil millones, este proceso se le convirtió en una arena de lucha libre llena de puntillas bien afiladas por todas partes.
En plena campaña política, con muchos candidatos que aspiraban a su cargo y, claro está, todos opinaban en contra y decían defender los intereses municipales, todos contra Gorky.
Esto debilitó a la administración ante la opinión pública, ya que a cuál más, le pedía que justificara las obras proyectadas del primer endeudamiento, que estaban, según el alcalde en plena ejecución.
Hoy día, la gente dice que la ciudad está paralizada y sin obras, aunque el alcalde Casagua muestra reparcheos y pavimentaciones en diferentes sectores de la ciudad y algunas otras obras, pero se nota que faltan más obras.
Al decir del mandatario el municipio no tiene plata. Una cosa es que no haya liquidez y otra que el municipio no está quebrado, como lo aseguré y eso me alegra.
Ahora, el ponente del proyecto Roberto Escobar, aseguró que el endeudamiento es viable financieramente, 1º. Cumple con los indicadores de endeudamiento y capacidad de pago establecidos en la ley 358 de 1997, reguladora del endeudamiento público.
2º. El municipio cumple los indicadores de superávit primario de la ley 819/03, de presupuesto, responsabilidad y transparencia fiscal y lo establecido en ley 617 de 2000, sobre la descentralización, y la racionalización del gasto público.
En cuanto a los gastos de funcionamiento, se suscribió un programa de saneamiento fiscal y se adelanta un ahorro anual de por lo menos 7 mil millones de pesos.
Inclusive, la calificación de riesgos contempla el endeudamiento por 108 mil millones, porque aumentó el recaudo de recursos propios el municipio en más de 10 mil millones.
Anima la situación, porque el déficit fiscal, aunque no se pudo conocer a cuánto asciende, si permitirá capacidad de movilidad a la actual administración y el municipio no se paralizará. Sin plata no trabaja nadie.
Los concejales Jesús Garzón y Alejandro Serna, señalaron que la realidad es cruda, sí hay capacidad de endeudamiento, pero el problema es tipo político y los proyectos son necesarios.
Inclusive, hay ambiente en el Concejo Municipal para darle prioridad al endeudamiento, aunque los concejales hacen sus reparos subsanables, más que todo de control cotidiano en el plano político.
Estuve esperando una declaración del alcalde Germán Casagua y el concejal Héctor Javier Osorio, pero no llegaron, deseamos que más tarde puedan hacer claridad sobre este y otros puntos relacionados con la situación fiscal y el desarrollo de obras en el municipio de Neiva.
Sin embargo, el concejal Osorio, pide inversión para la seguridad de los ciudadanos afectada por la ola de violencia generalizada en todo el país.