Carlos Yepes A.
Una mirada a la pasada contienda electoral donde se eligieron Senadores y Representantes a la Cámara en todo el territorio nacional nos permite concluir en primera instancia que uno de los perdedores fue el Huila. Independientemente de la fortaleza demostrada por la izquierda y del contundente debilitamiento de otros sectores políticos, nos debe preocupar como huilenses la ausencia de representación que tendremos en el Senado.
Los partidos tradicionales perdieron su representación y protagonismo en la región. Llama la atención la cantidad de votos que registraron candidatos foráneos que muy seguramente no se volverán a ver sino hasta dentro de cuatro años nuevamente. Pareciera que se ha despertado un desapego del elector Huilense por su representación en el Congreso.
Los partidos tradicionales, el liberal y el conservador, nos tenían acostumbrados a su hegemonía parlamentaria, nunca se habían ausentado del Senado, por varios lustros habían mantenido su representatividad algunos dirán que no había nuevos o buenos candidatos, cosa con la que nos estamos de acuerdo, tal vez les pasaron cuenta de cobro a algunos que venían en franco desgaste por actuaciones personales e individualistas de su gestión.
Los candidatos foráneos se llevaron una importante cantidad de votos, no por que los que de acá no llamaran la atención, muy seguramente estamos ante una falta de compromiso y de sentido de pertenencia con el Departamento, de otra forma no se explica por qué no se votó por los candidatos de la región, independientemente del fortalecimiento de la izquierda en detrimento de otras fuerzas.
Lo hecho, hecho está, preocupa no solamente por la incidencia en las elecciones presidenciales, sino porque seguramente el desarrollo de la región se podrá ver afectado sustancialmente. Esta pérdida de representatividad no se compadece con la importancia del Huila en la región sur colombiana en materia política, económica y social, Neiva es la ciudad más importante de la región, Pitalito se aproxima a ser eje fundamental en la interconexión con Ecuador y el pacífico, lo anterior nos obliga a hacer una análisis de las causas y efectos de esta nueva realidad, a entender y querer más al Huila, a introducir correctivos y a trabajar más unidos por el sur colombiano aún con las marcadas diferencias políticas.
Es la nueva realidad, debemos afrontarla y reflexionar sobre lo acontecido, despertar un nuevo ánimo de trabajo articulado que tenga como prioridad el velar por los intereses generales del departamento y de la región superando las diferencias ideológicas en función del desarrollo del Huila.
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