DESHOJANDO MARGARITA
Por Margarita Suárez
A 200 kilómetros de donde me encuentro actualmente, está ubicada la ciudad de Asheville, Carolina del Norte, población que ha sido violentamente azotada por el huracán Helene. El paso de este fenómeno natural por el sureste de EE.UU. ha dejado un doloroso rastro de muerte y destrucción. El viento, las lluvias torrenciales, los deslizamientos de tierra y las inundaciones, han afectado grandes áreas en seis Estados: Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia y Tennessee. Las inundaciones de proporciones “bíblicas”, han dejado cien fallecidos y mil personas siguen desaparecidas. Los daños materiales se calculan en cien mil millones de dólares. Centenares de personas se encuentran incomunicadas. No hay luz, agua, gas, ni funcionan los celulares. Cerca de 400 caminos y decenas de autopistas permanecen cerrados en el oeste de Carolina del Norte. En algunos lugares la comunicación solo es posible por vía aérea. Las autoridades de Asheville han anunciado que sus residentes podrían quedarse sin acceso al agua durante varias semanas. Asheville es una pequeña ciudad en el oeste de las montañas Blue Ridge de Carolina del Norte, con 94 mil habitantes, fundada en el año 1797. Es conocida por su vibrante escena artística y arquitectura histórica, que incluye la cúpula de la Basílica de Saint Lawrence. Uno de los mayores atractivos turísticos de Asheville es la extensa finca Biltmore del siglo XIX, designada Monumento Histórico Nacional en 1963, que recibe anualmente 1,4 millones de visitantes. Contiene obras de arte de maestros como Rembrandt, Renoir, Raphael y Anthony van Dyck. La residencia principal fue construida para George Washington Vanderbilt II entre 1889 y 1895. Es la casa privada más grande de Estados Unidos, con un solar de 16.622 m² (12.568 m² de área habitable). Los terrenos y edificios de Biltmore Estate, cuya Mansión tiene 250 habitaciones, han aparecido en varias películas y series de televisión. El patrimonio histórico de Asheville ha sufrido deterioro, pero lo más preocupante es lo ocurrido con su población. El presidente Joe Biden ofreció la ayuda del Gobierno federal ante lo que calificó como una “tormenta histórica” que se sitúa entre las más mortíferas que ha sufrido el país.
