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Imágenes religiosas, velas y escapularios los vende por milagros

Mar 24, 2021

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DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA

Por: Hernán Galindo

Fotos: Tatiana Ramírez

Como cada día, desde hace 40 años, Narciso Ballesteros se da la bendición y sale de la casa a atender uno de los tres negocios con objetos religiosos ubicado a un lado de la Catedral de la Inmaculada Concepción en el microcentro de Neiva.

En el nombre de Dios, la Virgen, los santos y más recientemente los ángeles, el hombre de 70 años ofrece imágenes, novenas, medallas, escapularios, velas, veladores, rosarios y estampitas a cambio de plata y milagros que ansían con ilusión creyentes.

Lo cierto de todo es que, en cuestión de fe, desde el cielo o la espiritualidad los elementos religiosos no sólo ilusionan a los piadosos en que les ayudan a aliviar las penas, curar las enfermedades o resolver los casos más perdidos, sino que contribuyen a que muchos se ganen la vida terrenal.

Hay toda clase de artículos para escoger

Hay toda clase de artículos para escoger

En el puesto de Narciso, aparecen, detrás de una vitrina de metal, la Milagrosa, la Virgen del Carmen, María Auxiliadora, Las Mercedes; el Divino Niño y el Corazón de Jesús; San Antonio, San Judas y San José, que son las figuras que despiertan las mayores devociones de los feligreses neivanos.

También destaca el cirio pascual, la novena de la Inmaculada Concepción, la patrona de Neiva, la novena a San Pancracio, para conseguir trabajo, San Miguel Arcángel, el protector. “En fin, cada quien pide el artículo que le parezca de acuerdo a su necesidad”, asegura, convencido:

“Todo es cuestión fe, de creer, de mística. Yo les ofrezco las novenas, los velones y demás artículos, pero les digo que hay que orar y Dios es quien hace milagros y otorga favores”, explica el hombre que vive en el barrio Virgilio Barco, con la mujer, Marina Triana.

¡Milagro, milagro!

Tiene razón suficiente para crear en milagros. Cuenta, como ejemplo, que hace 8 años, casi a las 7 de la noche, cuando ya cerraba el stand llegó una mujer desesperada. “Me pidió angustiada le aconsejara un santo ‘bueno’ para recuperar lo perdido pues a su hijo le acaban de robar una camioneta costosa. Le recomendé a San Antonio de Padua (recibe muchísimas peticiones para encontrar todo, desde unas gafas hasta al amor de tu vida). Ella llevó un velón, la novena y una imagen”.

Para sorpresa de Narciso, al día siguiente, muy temprano, al arriba al negocio ya lo esperaba la misma mujer, muy feliz, para agradecerle. “La noche anterior le habían dejado la camioneta frente a la casa”, dice, mientras hace un gesto de satisfacción y devoción.

“Me ofreció una recompensa de 5 millones de pesos, pero yo le dije que no, que más bien le diera la plata a los más pobres, “porque hay gente aguantando hambre”, comenta. Ella coordinó con el presidente de la junta de acción comunal del barrio y repartió mercaditos. A él le regaló uno.

   Los cirios y velones son muy apetecidos  


Los cirios y velones son muy apetecidos

Siempre ha sido comerciante, lo heredó de su papá, que era cacharrero, como decían antes a los vendedores callejeros de mercancía, “que él repartía en carreta por toda la ciudad”. Aunque no estudió mucho, sólo hasta cuarto primaria, le sirvió para aprender lo básico para defenderse en la vida. Quería ser médico, pero las circunstancias de la vida se lo impidieron.

Esta clase de comercio religioso se mueve entre la formalidad y la informalidad. Por eso, es muy difícil conocer a ciencia cierta cuánto dinero se mueve al año por pura fe, especialmente en Semana Santa, explica, pero no da una cifra exacta de los ingresos que recibe.

Su lugar de trabajo y de sustento se lo debe a un permiso especial “que nos dio monseñor Hernando Rojas, obispo de Neiva, entonces. Con la Curia hemos tenido una buena relación, no nos tienen un canon de arrendamiento, “es voluntario, pero hay que ser agradecidos y generosos con Dios”, afirma, con una sonrisa.

Gracias a Dios y los fieles

Se siente agradecido con Dios y su clientela de fieles, “ellos lo recomiendan a uno. Gracias a este negocio hemos salido adelante, pues con una buena administración se vive. Sin hacerle mal a nadie, cada quien con su fe”, señala, y se despide para atender una pareja que pregunta por el Hermano José Gregorio.

“Confíen en Dios, no pierdan la fe. Así traten de desarraigarlos, debemos permanecer con nuestras creencias. Con Dios de nuestro lado todo es más llevadero”. Amén, pensamos nosotros en silencio cómplice.

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