Diario del Huila

Inflación y propuestas

Mar 3, 2022

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Milton Friedman decía que la inflación es un impuesto sin legislación. El aumento de los precios está llevando a que los más pobres tengan que sacrificar una o dos comidas diarias, los candidatos perciben, y con razón, que es la mayor preocupación de los colombianos, esto los lleva a hacer propuestas creativas y ejerce presión para sentir que tienen que “hacer algo”. Sin embargo, en este caso el gobierno no es la solución, es la causa, y mayor intervención solo agravaría el problema.

La inflación es hoy un problema global y sus causas son idénticas en diferentes países del mundo. En primer lugar, los gobiernos del mundo decidieron a finales del primer trimestre del 2020 cerrar la producción de bienes de consumo. Algunos lo hicieron durante días y otros durante meses, en el caso de Colombia se establecieron algunos productos como esenciales y otros no. Los alimentos fueron decretados esenciales y pudieron seguir produciéndose con algunas restricciones. A pesar de la continuidad en la producción de comida, no se podía producir en la misma cantidad que antes de la pandemia, esto porque algunas fábricas de insumos necesarios para producirla estaban cerradas u operaban con restricciones. Desde el 2020 producimos menos (menor oferta).

Al mismo tiempo que esto ocurría y con la excusa de evitar aumentar la pobreza los gobiernos, entre ellos el nuestro decidió inyectar dinero a la economía, lo hizo principalmente a través de dos mecanismos: disminución de la tasa de interés y reparto masivo de subsidios y otras transferencias monetarias. Esto hizo que se reactivara rápidamente el consumo, pero no había más productos para comprar (mayor demanda).

En Colombia, los bloqueos y protestas en una ola de descontento social alimentado por los políticos, hizo que la producción de alimentos cayera aún más y en el caso de los animales que se perdieran ciclos esenciales en su producción. Todavía no hemos podido recuperarnos de esos meses y por esto la oferta de alimentos sigue menor a los niveles prepandemia.

Para “hacer algo” y con la excusa de ayudar a los más pobres, el gobierno decretó un aumento desproporcionado del salario mínimo para este año. Al no tratarse de un aumento en la productividad, esto encareció la producción, especialmente de alimentos, y terminó generando aún más presiones inflacionarias.

Como vemos, entonces, las decisiones del gobierno han sido la causa del aumento exagerado de precios. Hoy están más vigente que nunca las tesis de la escuela austriaca de economía que sostenía que una intervención en la economía especialmente vía expansión monetaria traería graves consecuencias. Los políticos en campaña con el afán de tener que demostrar que van a “hacer algo” han salido a proponer una serie de medidas desastrosas, desde controles de precios hasta primas extra y aumentar los subsidios. Todos y en todas las orillas están buscando que las personas tengan más dinero en sus bolsillos, lo que no dicen es que por más dinero que tengamos nos va a alcanzar para menos si seguimos con los problemas que afectan la oferta de alimentos.

Tenemos que producir más, lo ideal fuera bajar impuestos, disminuir regulaciones y eliminar aranceles para importar bienes de capital serviría muchísimo, pero esos temas no están en la agenda pública y política. Lo mejor que pueden hacer los políticos es no hacer nada y dejar que el mercado solucione el daño que causaron con sus decisiones.

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