Colombia ha vivido varios hitos con las decisiones en las urnas que tomaron los ciudadanos. El pasado 20 de julio se posesionó el nuevo Congreso, que tiene una agenda diferente, pues la bancada de Gobierno ahora es de izquierda y promete ser más incluyente con temas de género y sexualidad.
De por sí, con la elección de los parlamentarios se logró algo histórico: por primera vez el país cuenta con siete congresistas que pertenecen a la comunidad LGBT+. Esto abre una puerta para la población diversa, pues en el Legislativo se ha evitado hablar acerca de los temas que competen a la garantía de sus derechos.
Tan solo hay que recordar los datos más recientes de la Defensoría del Pueblo. En lo corrido de 2022, 33 personas de la comunidad han sido asesinadas y 47 homicidios fueron reportados el año anterior.
La entidad manifestó que la garantía de los derechos a la igualdad y la no discriminación resulta más difícil sobre las vidas de mujeres lesbianas, hombres gay, personas bisexuales, transgénero y no binarias. Según los datos recogidos, en promedio cada semana asesinan a un integrante de la comunidad.
Con la bancada que se posesionó recientemente hay siete congresistas —del Pacto Histórico y la Coalición Alianza Verde Centro Esperanza— que llevan las banderas de la diversidad: Susana Gómez, Alejandro García, María del Mar Pizarro, Támara Argote, Carolina Giraldo y Andrés Cancimance.
