POR: Jorge Eliseo Cabrera Caicedo
Conocí un ilustrativo documento suscrito por Robinson Emilio Masso secretario de asuntos políticos, jurídicos y laborales de la Confederación de Pensionados de Colombia, dirigido al presidente Gustavo Petro y al Congreso de la República, en el cual hace interesantes cuestionamientos al eventual gravamen a las pensiones.
Manifiesta: “ Es importante hacer énfasis en que la pensión no es un salario, no es un regalo del gobierno; la pensión es un reintegro de un aporte que el pensionado realizó durante su vida laboral con el aporte de su patrono ( en el caso del trabajador con contrato laboral), que durante su etapa laboral realizó el pago de impuestos y las cotizaciones a su seguridad social, que para empezar a tener el reintegro de ese valor le tocó cumplir con los requisitos establecidos por el gobierno de edad, tiempo de trabajo y aporte realizados para poder tener una calidad de vida en su etapa de vejez”. Anota que ese reintegro no debe estar sometido a impuesto y por el contrario, se debe garantizar que ese ahorro debe ser debidamente ajustado para que no se afecte su valor adquisitivo.
Advierte el dirigente sindical que de conformidad con el acto legislativo 01 de 2005: “Por ningún motivo podrá dejarse de pagar, congelarse o reducirse el valor de las mesadas de las pensiones reconocidas conforme a derecho”, y que de ninguna manera podría imponerse un gravamen a las pensiones que atenten “contra los derechos fundamentales, dado que la pensión goza de protección especial”.
Agrega, al pasar a la fase pensional, el ingreso se reduce entre un 50 y 80% la diferencia entre el salario y la mesada. Se triplica el plan obligatorio de salud al pasar de un 4% al 12% de la mesada pensional como aporte. El pensionado renuncia a los planes complementarios que tenia y debe pagar el 100% de los costos adicionales de salud, cuyas primas crecen de manera exponencial después de los 65 años de edad. En muchas familias el ingreso pensional del padre es el único ingreso.
En consecuencia, considera que a los pensionados “No se les debe desmejorar su condición de vida, más cuando entra a una etapa de mayor vulnerabilidad y necesita de protección del Estado”. Solicita como conclusión que “Se exonere a los pensionados colombianos de cualquier gravamen que se pretenda imponer en la próxima reforma tributaria por parte del ejecutivo; dado que, antes de ser equitativo es inequitativo”.
Es de suponer que tanto el ejecutivo como el Congreso de la República atiendan estas válidas consideraciones en cuanto al gravamen de las pensiones. ¿La Confederación de Pensionados de Colombia será escuchada?
