La sociedad huilense no se puede seguir relajando como lo ha venido haciendo durante el presente año, cuando el número de contagios y fallecimientos por Covid, se habían reducido significativamente, gracias a la disminución de los niveles de transmisión de este mortal virus. Pero desafortunadamente las autoridades sanitarias han vuelto a lanzar la alarma que el aumento del número de contagios y fallecimientos por este mortal virus, en algunas regiones del país, lo cual nos hace repensar de seguir mantenimiento los protocolos de bioseguridad. Con ello, no podemos afirmar que este diminuto y microscópico virus haya desaparecido por completo en nuestro territorio. Por tal motivo, no podemos relajarnos. Muy preocupados se encuentran las autoridades del país nuevamente por el incremento de los contagios del Covid en algunas regiones del país.
Para ello, se necesita que impere el sentido común, que de manera general se lleva a la práctica, sin necesidad de normas; lo aprendido durante la pandemia, como el uso del tapabocas y el aislamiento en caso de síntomas, el reporte inmediato para la realización de pruebas confirmatorias, el distanciamiento y la ausencia de sitios en los que existan aglomeraciones, en conjunto con la protección de personas vulnerables quienes tengan déficit inmunológico.
Es claro que la pandemia no ha terminado y que, si bien sus efectos hoy parecen más benévolos, ello no es el resultado, como ligeramente se difunde de que el virus haya perdido su capacidad de amedrentamiento, o que se haya desgastado a fuerza de multiplicarse, sino de la inmunidad que tanto las infecciones previas como las vacunas han dejado en los cuerpos para que las reinfecciones sean menos graves y letales. Y es aquí donde urge poner en práctica lo aprendido durante más de dos años, que empieza por entender que su dinámica biológica exigirá, de tanto en tanto, la puesta en escena de medidas de protección individuales y colectivas para atajar su expansión, que, como se sabe, estará marcada por nuevas mutaciones y una facilidad para transmitirse entre humanos.
No podemos omitir las recomendaciones que emanan de las autoridades sanitarias. Sobra decir que quienes no se hayan vacunado siguen expuestos a desenlaces graves, por lo que se acentúa el valor de la recomendación de completar esquemas en todas las edades y dosis de refuerzo en los grupos que los necesiten para así continuar por la senda que algún día permita pasar la página de esta larga crisis sanitaria. Se necesita echar mano de las lecciones aprendidas durante la pandemia, así como completar los ciclos de vacunación. Finalizada la emergencia sanitaria, la responsabilidad para que este quinto pico no termine saliéndose de cauce, es de todos, y empezar por no darle la espalda a la pandemia, es ir en la vía correcta.
