Por: María Clara Ospina
Piedad Córdoba, quien se hace notar usando siempre un turbante de los cuales debe tener una enorme colección, esta hoy dedicada a demandar a quienes la acusan de estar enredada en actividades corruptas. Y son tantos sus acusadores que, en este momento, la nueva senadora petrista debe tener una colección de abogados defensores, casi tan numerosa como la de sus turbantes.
Recientemente Córdoba declaró que tomará acciones legales contra Ingrid Betancourt por los comentarios hechos por la candidata presidencial sobre sus intervenciones en el manejo de los secuestrados de la FARC, guerrilla en la cual, según pruebas obtenidas por la Procuraduría, era conocida por múltiples nombres: «La Negra», «La Negrita», «Teodora», «Teodora de Bolívar» y «Dorotea».
Dice la agencia EFE que: “Ingrid Betancourt, que estuvo más de seis años en poder de las FARC, acusó a Córdoba de ser «cómplice de secuestro» y de «poner en riesgo» su vida y la de todos los que estaban tratando de liberarlos.” (Bogotá, 22 de febrero, 2022).
A lo que la mujer del turbante contestó, enfurecida como siempre, que ella “es inocente” y amenazó con sus acostumbrados insultos y groserías, en demandar a quien se atreva a meterse con ella; porque todo es un miserable montaje en su contra. ¡Pobre víctima!
Este escenario ya lo hemos visto muchas veces. En este año ya van 3 ocasiones en que luego de acusaciones en su contra, a todas luces bien fundadas, Córdoba declara su “total inocencia” y las intenciones malévolas de quien quiera que sea el acusador. No importa que haya fotos, declaraciones juramentadas y documentos serios respaldando las múltiples acusaciones. Como sucede en el caso de los secuestrados.
Fue precisamente Andrés Vásquez, exasesor de Córdoba, quien declaró, ante la Fiscalía que la Senadora petrista había manipulado con fines políticos, la liberación de los secuestrados en poder de las FARC, supuestamente aconsejando su retraso, mientras visitaba la antigua zona de distensión establecida para los diálogos de paz en San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá.
En enero de este año, el gobierno de Ecuador, a través de Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización y Control Político de la Asamblea, entregó al gobierno de Iván Duque las pruebas que posee dicha Comisión de Fiscalización, que confirman la relación de Piedad Córdova y el “famoso” Álex Saab, quien ha sido acusado por lavado de activos en USA.
Recordemos que la avioneta en la que Córdoba y Saab viajaron juntos en 2013 fue detenida en Estados Unidos en 2020, cargada con unas 80 armas y USD 18.000 en efectivo. (RCN.com/ noticias).
Córdoba siempre ha negado conocer a Alex Saab y, luego de la entrega del informe de la Comisión de Fiscalización ecuatoriana sobre el caso a las autoridades colombianas, la mujer del turbante amenazó con demandar judicialmente al asambleísta Fernando Villavicencio por acusarla de participar en la red de negocios corruptos del compinche de Nicolás Maduro, intimo también de Córdoba.
También tiene amenazados con demandas e investigaciones ante organizaciones internacionales al embajador de Colombia en USA, Juan Carlos Pinzón, al representante de Colombia en la OEA, Alejandro Ordóñez y al subsecretario de Estado para el hemisferio occidental estadounidense, Michael Koza, por intento de entrampamiento.
Córdoba tiene tanto enredo que ni su colección de abogados y turbantes la podrán salvar.
