Finalmente se realizó el Paro ayer 28 de Abril de 2021, pese a la prohibición por parte del gobierno que pretendió reprimirlo amparado en un fallo de una juez del círculo de Cundinamarca.
Como en todo evento de este tipo, hubo cosas buenas para destacar, malas para revisar y feas para censurar, pero de todas debemos revisar el por qué, el cómo y el cuándo.
Lo bueno:
El motivo del paro: ya en otras columnas he hablado de la inconveniencia de la reforma tributaria, de lo inapropiada de llevarse a cabo en tiempos de pandemia, además de los reiterados incumplimiento y mentiras del Duque candidato y el Duque presidente, lo indolente de sus ministros y la poca, fría y destemplada respuesta de las bancadas parlamentarias. Todo esto, dio como resultado un pueblo dolido, agredido y humillado que decide preferir correr el riesgo de contagiarse del Covid-19 que morir igualmente de hambre, que es el resultado final de esta reforma.
Otra cosa buena es el incumplimiento de la orden de la Jueza de Cundinamarca, y digo buena, porque esa orden se vio como un As bajo la manga del gobierno; fue tardío, poco claro, y para colmo, al nombrar al ex ministro Carlos Holmes Trujillo, muerto, pues muy desinformada. Sin contar con el hecho de que los paros y las manifestaciones sociales son un derecho constitucional, por lo que NUNCA un gobierno ha dado “premiso”, solamente debe brindar las garantías para que se respeten los derechos de los protestantes. El pueblo no se tragó el sapo y salió a marchar.
Lo malo:
Se vio a muchas personas sin los protocolos de Bioseguridad, una lástima, pues de verdad deberíamos ser más responsables, sabemos que tenemos derechos, pero mis derechos y mis libertadas van hasta donde se chocan con los derechos y las libertades de mis conciudadanos, y en este caso, en el cual la vida está también en juego, debimos ser más conscientes y juiciosos.
Otra cosa mala fue la total desinformación que pretendieron realizar los grupos que no estaban de acuerdo con el paro, desafortunadamente desconociendo que es mediante este tipo de actividades como la sociedad ha crecido en derechos y alcanzado mejores niveles de calidad de vida. Si opinaban que no se debe protestar o parar, pues que renuncien a lo ya alcanzado, 48 horas de trabajo semanal, el voto femenino, salarios más justos, primas, vacaciones; en fin, no alcanzaría la página para enumerar lo alcanzado, y todo fue mediante la presión social y no por otra cosa.
Lo feo:
Definitivamente los daños causados por algunos manifestantes, la quema de los buses en Cali, los daños al sector comercial en diferentes puntos de Bogotá y otras ciudades, y finalmente el acabar con las esculturas de las ciudades como la de Sebastián de Belalcázar en Cali o las de la plazoleta de la gobernación aquí en Neiva. Como historiador, sé que la historia debe reevaluarse constantemente, pero no es dañando estas esculturas como la vamos a reevaluar, es haciendo estudios juiciosos del papel de cada personaje en la historia y del rol que como sociedad queremos reconocerles y no como el resultado de las calenturas del momento.
Finalmente solicitar de nuevo al gobierno de Duque y sus áulicos, tanto ministros como congresistas, que retiren la reforma, pues desafortunadamente, como decía mi abuelo, “el palo no está para astillas”
