Por: Carlos Tobar
Cuando la semana pasada me llamó, Germán Peña, Administrador de la Central de Abastos del Sur, PH, para invitarme a la celebración de los 25 años de funcionamiento, me cogió por sorpresa. La verdad, ya había perdido en mi memoria que por estas calendas esa empresa, a la que estuve vinculado desde su inicio como idea en junio de 1990, había alcanzado esos años de trabajo.
Surabastos, como central mayorista para el comercio de alimentos fue una propuesta programática del primer alcalde por elección popular, Jairo Morera Lizcano. A su gobierno, me vinculé como el único asesor del despacho durante los dos años de ejercicio administrativo.
Cuando terminábamos el período, el 30 de junio de 1990, el doctor Morera me propuso que asumiera la responsabilidad de sacar adelante, el único punto de su programa que quedaba sin ejecutar. Se apoyó en el gobernador de la época, Félix Trujillo, para convencerme de asumir un proyecto que, aparecía como un gran sueño. Me entregaron 20 millones de pesos y un estudio.
Ahí empezó un reto profesional que iba a demandar 9 años de duro trabajo. Primero, comprendiendo la naturaleza del comercio mayorista de alimentos, luego realizando los estudios económicos que mostraran la viabilidad de la empresa, luego adquiriendo los terrenos adecuados y realizando los diseños más avanzados ajustados a las necesidades de la región.
Lo que siguió fue convencer a los comerciantes mayoristas de Neiva de que ahí estaba su futuro. Pero no cualquier futuro, uno en el que se consolidarían como ejecutores de una de las tareas más importantes de la distribución de alimentos como es el acopio de la producción agrícola y de alimentos procesados industriales y conectarlos con la cadena final de consumo: hoteles, restaurantes, colegios, instituciones militares y de policía, tenderos y supermercados hasta el consumidor familiar.
La resistencia al cambio, así sea para mejorar, fue el obstáculo más difícil de salvar. Pero, finalmente el 14 de octubre de 1997, Surabastos PH, abrió sus puertas al público. Ese día, le pude decir a Jairo Morera en su morada eterna: ¡misión cumplida!
La historia y sus lecciones es larga. Me queda imposible resumirla en esta cuartilla. Pero, puedo decir con orgullo, como sé que lo sienten los comerciantes aventureros que nos acompañaron en este reto, hoy es una de las empresas más importantes de la región.
Unos datos para concluir y que, mis amables lectores saquen sus propias conclusiones. Hoy en la empresa laboran diariamente 1.200 trabajadores directos con todas las garantías laborales, genera 6.000 trabajos indirectos entre transportadores, cargueros, abastecedores, compradores…, y garantiza el abastecimiento de alimentos de una región que abarca el sur del Tolima, el Huila, parte del Cauca, el Caquetá y el Putumayo.
