Diario del Huila

Los informales no son solo los ambulantes

Abr 29, 2021

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DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO

Por: Rolando Monje Gómez

Cuando se conoce mensualmente las cifras de empleo en el país, se menciona y nos sorprende cuando se habla de los altos porcentajes de trabajo informal, el que por lo general asimilamos con los vendedores ambulantes, pero la realidad es otra. Los trabajadores informales no siempre están en la calle, muchos de ellos se encuentran en las casas, en las oficinas, públicas y privadas.

Según un estudio de la ONG Cuso International y el Gobierno de Canadá, más de la mitad de la población colombiana trabaja en la informalidad. Según el documento, el 66 % de los colombianos no tiene un contrato legal o, aunque lo tiene, no goza de las garantías de protección social que exige la ley, ocasionando que también se les considere trabajadores informales.

Si para usted devengar un salario debe pagar su seguridad social y además de eso no recibe prestaciones sociales, usted es un trabajador informal.

Si para usted devengar un salario debe pagar su seguridad social y además de eso no recibe prestaciones sociales, usted es un trabajador informal.

Una de las explicaciones dadas por la organización es que “casi la mitad de la fuerza laboral dura vinculada a un trabajo formal entre 7 y 11 meses”, lo que consideran que representa un reto para encontrar estabilidad en el mercado formal”.

La investigación también indica que la edad de las personas es determinante en este sentido, pues la tasa de informalidad para los jóvenes es del 61,4 %; luego, entre los 29 y los 40 años la tasa desciende al 56,3 %; después, entre los 41 y los 50 años, el índice sube al 67,8 %; y para las personas de más 61 años, la tasa se dispara al 92 %.

Técnicamente se podría decir que por cada 2 colombianos en posibilidades de trabajar, uno de ellos se encuentra en la informalidad, según lo reveló el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) trimestre móvil de diciembre 2020 a febrero 2021.

En cuanto al perfil del trabajador informal en Colombia, se destacan las siguientes características: Se trata de una persona con estudios de secundaria, que trabaja en los sectores comercio, hoteles y restaurantes, o ejerciendo como empleado independiente.

Según el Dane, la informalidad laboral se debe a alguna de estas condiciones: Son informales los empleados particulares y los obreros que están en establecimientos que ocupen hasta cinco personas en todas sus agencias y sucursales. Aquellos que trabajan en espacios familiares sin paga. Se considera informales a los trabajadores sin remuneración fija y son informales los empleados domésticos en empresas de menos de cinco personas.

En el último reporte del Dane correspondiente al trimestre móvil diciembre 2020 – febrero 2021, la proporción de la población ocupada informal en las 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 48,1%, y en las 23 ciudades y áreas metropolitanas esta proporción fue 49,2%, donde para el caso de Neiva se registró 52,8% de personas laborando en la informalidad.

El Dane también reveló que el 90,2 % de los ocupados informales está afiliado al sistema de seguridad social en salud. En cuanto a pensiones, la proporción de ocupados cotizantes fue 49,9% para el trimestre móvil septiembre – noviembre.

En medio de la pandemia

A futuro, en medio de la pandemia, en aquellos meses con menos confinamiento y menos restricciones de movilidad presentarán un mayor aumento del empleo, con un balance positivo a lo largo de 2021 y una disminución de la tasa de desempleo para final de año. No obstante, el empleo estará concentrado en actividades informales, pues el empleo formal depende de la estructura empresarial y esta tendrá algún rezago en lo corrido del año.

 Proporción de población ocupada informal.


Proporción de población ocupada informal.

Desde el inicio de la pandemia se tiene un balance de pérdidas de empleo de 1,2 millones de personas, no obstante, esa pérdida de empleo es mucho menor que la máxima que se logró entre abril y mayo del año pasado, cuando se registraron pérdidas de 6 millones de empleos.

Además, si bien el año pasado los empleos se perdieron en la mayoría de las empresas pequeñas, de menos de 10 trabajadores, desde enero se ha visto una asociación de pérdidas de empleo en empresas de más de 10 trabajadores. De ahí la importancia que tiene la apertura de sectores como educación, hoteles, salud y entretenimiento con la disminución progresiva de la inactividad.

Una válvula de escape

El sector informal de una economía puede ser visto como una válvula de escape para los individuos menos educados de una sociedad, en momentos recesivos. La informalidad existe básicamente por la incapacidad del sector formal de generar suficientes empleos.

Esto se puede ver claramente cuando la economía entra en auge; en estos períodos la informalidad disminuye, ya que en la mayoría de los casos no es vista como una opción laboral real sino como una posibilidad frente al desempleo; por tanto, cuando éste empieza a ceder, los individuos comenzarán a trasladarse hacia el sector formal.

A pesar de este comportamiento del sector, los ingresos percibidos por aquéllos que lo conforman tienen una relación directa con los vaivenes de la economía, es decir, en la medida en que la economía esté en auge, el ingreso de los informales aumentará como consecuencia de la disminución del excedente de mano de obra, ya que por estar en auge se han generado más puestos de trabajo formales, lo que disminuirá el tamaño de la población dispuesta a emplearse informalmente, generando así un aumento del salario promedio del sector. Por esto se dice que el salario promedio es la variable de ajuste dentro del sector.

El lento e insuficiente proceso de generación de empleo por parte de las empresas formalmente constituidas hace que la tasa de desempleo crezca rápidamente, por lo que el sector informal se muestra como una tabla de salvación para aquellas personas que no tienen la fortuna de pertenecer al sector formal.

Proporción de la población ocupada informal según ciudad 23 ciudades y áreas metropolitanas.

Proporción de la población ocupada informal según ciudad 23 ciudades y áreas metropolitanas.

En el estudio del Dane cuando se analizan los números en materia de género en las 13 ciudades y áreas metropolitanas las mujeres llevan la peor parte con un 49,1%, mientras que en el trimestre móvil diciembre 2019 – febrero 2020 fue 48,6%, mientras que los hombres ocupados informales, fue de 47,4%, lo que representó un aumento de 2,2 puntos porcentuales. En su mayoría, se trata de personas con estudios de secundaria, que trabajan en los sectores comercio, hoteles y restaurantes, o como empleados independientes. Tampoco tienen contratos legales.

El Ministerio del Trabajo debe articular sus esfuerzos de política con el resto del equipo económico del Gobierno, porque gran parte de la informalidad es resultado de las particularidades de la estructura económica del país, donde existe un gran sector de la economía muy rezagado en términos de productividad y una conformidad social con dicha situación.

La estrategia debe centrarse en la sustitución de parámetros de medición de la informalidad laboral por parámetros de trabajo decente, incluyendo el aumento de la presencia institucional de inspección, vigilancia y control especializada, en combinación con incentivos a la formalidad en el sistema de intervención laboral.

De acuerdo a las proyecciones del Dane, en las 23 ciudades hay un total de 5,4 millones de informales, pero en las 13 principales ciudades esa cifra es de  4,7 millones de informales. La pandemia sigue pasando la cuenta de cobro y la brecha de pobreza aumenta cada día.

Formalizar, tarea costosa

Crear y mantener puestos de trabajo a término indefinido o fijo con todas las prestaciones (costos no salariales), es una tarea costosa para las empresas colombianas.

Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), el promedio de costos no salariales que estas deben asumir significan como mínimo el 48,4 % del valor de la nómina, siendo este el segundo porcentaje más alto entre los países de la Alianza del Pacífico, por detrás del de Perú (49,9 %) y encima de los de México (28,4 %) y Chile (11,8 %), de acuerdo con cálculos del gremio basados en cifras de la Ocde, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Además, dichos costos extra para el caso de un salario mínimo ascienden a 52 % de la nómina, debido a los diferentes pagos que deben asumir las compañías. La a carga prestacional asociada al mínimo, a cargo del empleador, es del 62,4 % con beneficios como auxilio de transporte, Cajas de Compensación Familiar, ARL, salud y pensión, por ejemplo.

El contexto, ya de por sí difícil, se complicó con la llegada de la pandemia y el impacto económico que generó sobre las empresas. Solo en abril del año pasado seis de cada diez firmas colombianas redujeron en más de 75 % sus ingresos con relación al mismo mes del año pasado, mientras que para mayo lo sufrieron casi cinco de cada diez (47 %)

Informalidad en aumento

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