Parapeto
Por: Julio Bahamon Vanegas
Ud., como cualquier vulgar miembro de la primera línea de la calle, es de los que tiran la piedra y esconden la mano. Ud. señor Petro, que como miembro del M-19 fue actor principal del asalto al Cantón Norte del ejército nacional y de allí, con sus compinches, robaron más de 10.000 armas de uso privativo de las fuerzas militares, y por esa insurrección estuvo pagando su delito en una cárcel nacional.
Ud., que de igual manera fungió, desde la clandestinidad como comandante de las cárceles del pueblo, a donde solían llevar a los secuestrados y luego cobrarles grandes sumas de dinero por su liberación, si era que, acaso tenían la suerte de ser liberados.
Otros no lograron su libertad y fueron cruelmente asesinados por sus guardianes, dentro de las mismas madrigueras que Ud. dirigía; son los casos de José Raquel Mercado, entonces presidente de la CUT y, la directora de acción Social del gobierno, doña Gloria Lara Perdomo de Echeverry.
Ud., que desde la cárcel celebró la toma del Palacio de Justicia en el año de 1.985, el asesinato de más de 100 inermes ciudadanos, dentro de los que cayeron incinerados 11 magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Concejo de Estado, es ahora el mismo fulano que le ha propuesto a los bandidos defraudadores y criminales de la política colombiana, la insólita figura de un inexplicable “perdón social” para congraciarse con la delincuencia común, los defraudadores del dinero del pueblo, de los condenados por la parapolítica y otros especímenes de la inmensa fauna de criminales que se encuentran presos en cárceles del país. Está convencido todavía que los colombianos atrapados en la red de mentiras e infundios, desplegada por sus colaboradores, ¿lo van a respaldar?
Ud. camarada Petro, a quien le publicaron un video recibiendo cuantiosos fajos de billetes, ¿cree que el pueblo colombiano es idiota útil?
Ud., que se sirvió de su hermano Juan Fernando Petro para que, de forma subrepticia, se colara en una comisión “Intereclesial de justicia y Paz” para visitar a reconocidos criminales en la cárcel de la Picota, no se sabe cuál de todos los internos visitados por su castísimo hermanito acumula más prontuarios por delitos cometidos contra el Estado y contra el patrimonio público, la propuesta extravagante de la figura del Perdón Social, pretende ahora, que se vio “pillado”, ¿que nos comamos el cuento de que Juan Fernando iba por su propia iniciativa? ¡No nos crea tan pendejos!, cuando dice que la insólita visita era para llevarles un mensaje de “paz, dentro de un ámbito social”. ¡A otros con ese cuento!
Sobre este escándalo mayúsculo, que compromete a un candidato presidencial y lo coloca en entredicho ante la ciudadanía no se conoce pronunciamiento alguno de los políticos corruptos de la Unión Patriótica, acostumbrados a frecuentar las cárceles del país, detrás de conquistar testigos falsos.
La pregunta que me surge es la siguiente; ¿Qué hubiera sucedido si quien hubiese sido el acucioso delegatario, para que alguien de sus entorno, fuera a visitar en la cárcel de la picota , en vísperas de elecciones a los Moreno Rojas, o al Gordo García, o a los exgobernadores presos de la Guajira, de San Andrés Islas, del Vichada, del Putumayo, al exalcalde de Villavicencio, o que hubiese sido el destinatario del audio de Alias Marquitos ofreciéndole su respaldo, distinto a Petro, que hubiera sucedido? ¿No será que Petro ya ve rondándole a su campaña pasos de animal grande y, está en la tarea de preparar una sublevación o alzamiento social, para lo cual necesita el apoyo desde las cárceles del país? Como diría el Dr. Uribe: ¡Ojo con el 22!
