El mandatario de los palermunos, se mostró agradecido con los Bomberos de Neiva, Bogotá, Ejército, Policía, Defensa Civil, Cruz Roja, Guardia Indígena, y a los más de 500 agricultores que apoyaron la extinción de las llamas en los dos últimos días, ayudando a doblegar las llamas.
Esta localidad tuvo 49 incendios forestales, que dejaron hasta el momento, 14.915 hectáreas consumidas.
Asimismo, fueron ‘pieza clave’ en la extinción del fuego, los helicópteros adscritos a la Fuerza Aérea que con el agua transportada en el dispositivo Bambi Bucket, ayudaron a atender la emergencia.
La reconstrucción
En este sentido, dialogamos con Kleyver Oviedo, alcalde del municipio de Palermo, quien expresó: “no nos queda sino el proceso de reconstrucción de poner a ‘florecer’ de nuevo estas fuentes hídricas, que se afectaron en el entendido que surten a los acueductos locales, de las 20.000 personas que viven en el área urbana, el centro poblado de Betania, donde residen 3.500 habitantes”.
Otras de las veredas damnificadas, son: Sardinata, Alto Sardinata, Papagayo.
“No nos queda sino levantarnos, Palermo lo hace, volver a reactivar la economía, y trabajar en la protección de estas fuentes hídricas. Tenemos mucho trabajo, después de este desastre”, puntualizó el burgomaetre.
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‘Pulmón’ de agua
“A nosotros se nos olvidó que hubo afectaciones en la reserva natural La Pita, que abastece de preciado líquido a más de 20.000 personas, a Betania, la vereda Sardinata”, agregó el mandatario.
El funcionario en este momento de calamidad pública, invitó a la comunidad palermuna, a que dejen a un lado las disputas individuales y piensan en el bien colectivo para de esta manera sortear esta triste situación.
“Tenemos que hacerle fuerza a aprender. Los huilenses no podemos seguir aceptando, que la gente realice quemas para usos agrícolas, para ahorrarse el dinero de la limpieza de los predios. Y hay que capacitar a las comunidades en atención de conflagraciones forestales, además de que cuenten con herramientas básicas para extinguir las llamas”, enfatizó el funcionario.
Nuestro hábitat
Ahora el alcalde hizo un llamado a la reflexión, en torno a que la ciudadanía debe entender y proteger el medio ambiente.
“En el centro poblado de Betania, hay racionamiento de agua. Estamos esperando los efectos colaterales, que genera el acueducto, por eso desde ya trabajamos el proyecto para la construcción de un acueducto nuevo que venga desde el río Bache, para asegurar el preciado líquido de los palermunos para unos 40 o 50 años”, reveló Kleyver Oviedo.
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¿Y los convenios?
Ahora con la magnitud de los incendios forestales que ha vivido la región y el gran número de hectáreas ‘consumidas’, a la fecha hay Administraciones Municipales, que no cuentan con servicio de Bomberos, porque los mandatarios, no han firmado los convenios, al respecto Diario del Huila, dialogó con el capitán Edidson Fernández, delegado departamental de Bomberos del Huila, quien manifestó: “tenemos 14 municipios que aún no han suscrito convenio con los cuerpos de emergencias, y hay algunos a quienes se les terminó y no lo han renovado, esperamos que las Alcaldías, revisen el presupuesto, aforen los recursos y le den continuidad a este vínculo que permita a la Institución tener el dinero necesario para operar”.
El funcionario, dijo que este es un llamado que le hacen desde la entidad que representa, para que los burgomaestres, se den cuenta de la necesidad de tener el servicio de bomberos.
Mandatarios sin recursos
Al preguntarle al profesional, si han tenido la oportunidad de conversar con los alcaldes, con la finalidad de conocer porque causa, no han firmado estos pactos para la atención de emergencias. “Sí efectivamente y el principal argumento de las administraciones, es que carecen de recursos. Los mandatarios aducen que ellos aforan inicialmente el valor considerado pertinente para poder funcionar, pero son valores irrisorios. Hay entes territoriales, quienes han suministrado a los rescatistas cerca de $22 millones para funcionar todo el año”.
El administrativo indicó que el dinero se invierte en el personal, parque automotor, y sin el es difícil que funcione el sistema de emergencias. Además, se conoció que para adelantar esta labor, “un ente territorial pequeño, tendría que disponer de cerca de $120 millones, pero existen otros, por ejemplo los de la zona norte, cuyo rubro sería mayor, pues tienen afectaciones en temporada seca y de lluvias y el servicio se presenta por demanda. No puedo estar supeditado a que los voluntarios lleguen tres horas después de presentado el evento. Debo tener el personal pago disponible”.
Ayuda del ‘cielo’
Y para combatir los incendios forestales que hay en el país, el Comando Aéreo de Combate No. 5 – CACOM 5, desplegó dos helicópteros UH-60 Black Hawk con equipo Bambi Bucket para reforzar la atención en áreas afectadas por los eventos climáticos en el país.
Estos helicópteros llegaron a la Vereda Barro Blanco, en Bojacá, Cundinamarca donde han realizado hasta el momento 79 descargas con 31.691 galones de agua y líquido retardante. De la misma manera, esta unidad apoyó las labores de extinción de incendios en Aipe, Huila con un total de 16 descargas entregando 8.448 galones de agua y 10 galones de líquido retardante.
“La Fuerza Aérea nos propone adquirir helicópteros firehawk de fabricación norteamericana, diseñados para la atención de incendios forestales”, explica Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo. Sin embargo, eso exigiría ampliar el presupuesto de una entidad que, de hecho, ya ha pedido una inyección de 700.000 millones de pesos adicionales (algo así como 175 millones de dólares) para llegar a fin de año.
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Los impactos
Ya para finalizar y según el informe de la Universidad de Los Andes, titulado: Donde hubo fuego cenizas quedan, donde analizan los impactos dejados por las conflagraciones que les presentamos a continuación:
En primer lugar, la destrucción directa de cultivos y plantaciones representa pérdidas económicas inmediatas para los agricultores, afectando desde pequeños productores hasta grandes empresas agrícolas. “Uno de los sectores que se verá más afectado sería el agro, pues impactaría de manera negativa a la producción de productos como el fique, yuca, palma de aceite y cebada.” (Corficolombiana, 2024). Además, sectores como la ganadería bovina también se vio gravemente afectada económicamente “Entre el 1 de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024, ha generado pérdidas por 122.400 millones de pesos. De esta cifra, 105.795 millones de pesos corresponden en la producción de leche.” (Fedegán, 2024).
La degradación del suelo es uno de los impactos más significativos; el fuego altera la composición química y biológica del suelo, reduciendo su fertilidad y capacidad para sostener cultivos futuros. “Después de ocurrido el fuego se generan unos aumentos de escorrentía superficial que facilitan la erosión de la ceniza y de los horizontes orgánicos superficiales del suelo, ricos en nutrientes, lo que llega a afectar el suelo mineral, cuyo tiempo de recuperación depende de la severidad del incendio.” (Cuesta & Giraldo, 2014). La capa superficial del suelo, rica en nutrientes y materia orgánica, puede ser severamente dañada o completamente eliminada, dejando un sustrato empobrecido que requiere años, si no décadas, para recuperarse.
Y en tercer lugar, la pérdida de biodiversidad causada por los incendios forestales también tiene implicaciones para la polinización, un proceso crucial para muchos cultivos. Numerosas especies de plantas cultivadas en Colombia dependen de polinizadores naturales como abejas, mariposas y aves.
