La familia del subintendente Ángelo Raúl Martínez expresó que el oficial reprochaba su envío a una zona peligrosa y con escasas protecciones de seguridad para él y sus compañeros de trabajo.
La familia del subintendente, quien murió en un atentado con explosivos en Tibú, expresó su indignación por la insistencia del uniformado a sus superiores de que quería ser trasladado fuera de esa región. “Rechazaron el proceso de traslado el hizo mil trámites y golpeo mil puertas para ser trasladado. El no pedia que lo mandaran a patrullar la casa, Él deseaba estar cerca de su familia», según un familiar del difunto policía.
Una carga explosiva estalló al paso de una patrulla policial, según captó en video un vehículo de transporte público. En la tarde, del pasado miercoles sobre las 2:30 p.m. En el interior se encontraban el patrullero Andrés Idárraga y el subintendente Martínez. Ambos fallecieron, y también cayó un transeúnte que era civil.
Hace dos meses, Martínez estaba realizando gestiones para su relevo en la comisaría de dicho municipio. Aunque ninguna organización criminal se ha atribuido el acto terrorista el territorio cuenta con presencia del ELN y disidencias de las Farc.
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“Es injusto que a una persona tan joven, con una familia que recién empieza en la vida a los 30 años, la manden como cebo sin seguridad porque cómo es posible que haya carros sin blindaje en zonas rojas, cómo es posible que la mayor seguridad la tengan unos cuantos y los demás son normales, que sean la carnada, juegan con la vida de las personas”, continuó el familiar.
Por estos hechos, la Policía ofreció una recompensa de hasta 200 millones de pesos a quien pudiera ayudarlos a identificar el paradero de los perpetradores.
