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Por orden judicial Uninavarra debe reintegrar a joven gay

Mar 13, 2023

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De acuerdo con la normativa institucional de la universidad, cuando es reiterativa la pérdida de una materia procede el retiro. Santiago Motta Sandoval afirma que se trata de un tema de discriminación por ser gay.

DIARIO DEL HUILA, NEIVA

CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO 

Una reciente decisión judicial le dio la razón al enfermero Santiago Motta Sandoval: lo deben reintegrar al programa de enfermería de la Universidad Uninavarra de Neiva, de donde había sido retirado por haber perdido tres veces una misma materia.

Motta Sandoval vive en Florencia (Caquetá) y actualmente cursa el cuarto periodo del programa de Jefe de Enfermería; manifiesta ser huérfano, gay, y por desgracia, desplazado de la violencia de su pueblo Cartagena del Chairá.

La materia perdida

Según la denuncia del estudiante, en el segundo semestre de 2021 cursó la materia, por primera vez, denominada ‘Introducción al cuidado de Enfermería’, la perdió con un promedio de 2,6. Al semestre siguiente la volvió a perder en 2,5 con el mismo profesor (Iván Rodrigo López Benavides).

“En razón a ello, matriculé nuevamente esta asignatura para el segundo semestre del 2022, pero, infortunadamente, por más de que me esforcé finalicé con un promedio de 2.8, lo que conllevó a que la Universidad, a través del decano de la Facultad de Enfermería, me comunicara, de forma verbal, sobre la pérdida del cupo para el 2023, al cumplirse lo contemplado en el Reglamento Académico y Estudiantil (Acuerdo 012 de 2015), el cual estipula en el numeral 1º del artículo 112, entre las causales de pérdida del cupo la de “Reprobar por tercera vez un mismo curso”

Para Sandoval, era necesario ver esta materia, pues dicha cátedra era requisito para continuar con las asignaturas prácticas, entre ellas pediatría, ginecoobstetricia, etc.

Ante este pronunciamiento el estudiante le escribió a la rectora de la institución en búsqueda de ayuda, pues según él, el tema era más por su condición sexual que había perdido la materia.

Escrito a la rectora

A través del correo electrónico Santiago Motta le comunicó su problema a la rectora, aunque según su versión, ella nunca le respondió: “Buenas tardes señora rectora, quiero darle a conocer mi caso, siendo estudiante de enfermería del 4 semestre he perdido con el profe Iván, Introducción a la Enfermería, la estaba mirando por 3ª vez, no puedo perder; ya que las madrinas, Blanca y Laura, me informan que pierdo todas las asignaturas vistas. Yo tuve que viajar a Florencia (Caquetá) anoche, donde yo vivo, ya que mi abuela está delicada de salud, el docente no le quiere responder a las madrinas sobre mi nota final, ya que estoy muy preocupado, doctora ayúdeme, yo no puedo perder, he sido un estudiante que pagó mi semestre a esfuerzo pero de contado, con las demás materias súper bien, señora rectora soy discapacitado, desplazado, gay, señora rectora espero me pueda ayudar, el profesor no tiene inclusión, quedaré atento, feliz tarde, gracias por leer mi correo”.

DIARIO DEL HUILA habló con Santiago Motta, quien afirmó que inicialmente la universidad lo había responsabilizado por no haber buscado un plan padrino, u otras opciones. “La universidad me dio la opción si escogía para este semestre el próximo, entonces yo escogí para el próximo”, señaló.

“Yo les dije a ellos que una de las razones era el docente, porque yo no le entendía bien; y cada que yo preguntaba hacía caso omiso. En el momento yo lo tomaba como que daba la oportunidad a otra persona a que hablara, yo no era consciente de que estaba siendo excluyente el maestro…

-¿Excluyente en qué sentido?

“Pues haciéndome caso omiso. Yo soy gay”.

-¿Usted sintió que por su condición sexual él lo excluía?

“Sí, claro. Eso fue lo que yo le dije al juez. Él ya no es profesor en la Uninavarra. Mis compañeros me dijeron eso.

“Siento que eso que pasó conmigo no va a volver a ocurrir, pues eso que pasó conmigo, de cerrarle las puertas no debe suceder. Se hizo justicia, para ser escuchado me tocó duro”.

La decisión judicial

Juzgado Primero Laboral del Circuito de Neiva, hace unos días resolvió en segunda instancia una tutela en la que se le había negado los derechos a Motta Sandoval en primera instancia (educación, debido proceso y petición).

En ese sentido, en esta segunda instancia el juez revocó la primera decisión advirtiendo lo siguiente: “Y es que, si bien las universidades gozan de autonomía en la fijación de sus reglamentos por mandato constitucional, como lo trae a cita la Juez de Primer Grado, igualmente ha de recordarse, la aplicación de tales reglamentos siempre debe hacerse en salvaguarda de otra serie de derechos de igual rango constitucional. Esto es, estos no pueden operar tabula rasa, sino que para cada caso exigen morigerar las condiciones de las partes, como en este caso, al encontrarnos frente a un alumno en situación de vulnerabilidad, por desplazamiento forzado, minusvalía (amputación de dedos) y de discriminación por su orientación sexual. Bajo estas premisas, encuentra el Juzgado debe revocarse la sentencia de primer grado y disponer el amparo al tutelante de sus derechos fundamentales al debido proceso y a la educación”.

En ese orden de ideas, el despacho ordenó a la Uninavarra dejar sin efectos la cancelación de su matrícula en el programa de enfermería: “y en su lugar, verifique las especiales condiciones del tutelante en un proceso administrativo  con plenas garantías, y luego de su trámite, y de acreditar su fallas en  el adelantamiento de la materia (que curso 3 veces y con el mismo  docente), profiera decisión que atienda sus especiales condiciones y  le ofrezca, de acuerdo a su reglamentos, la alternativa de finalización de sus estudios universitarios”.

Para Santiago, esto ha sido un hecho que le ha dejado enseñanzas. “Muchas veces cuando uno no tiene conocimiento de las cosas hace caso omiso, pero hay normas que lo cobijan a uno, así uno sea humilde. Así uno no tenga la capacidad de pagar un abogado sí existe personas que saben de la ley y están a favor de nosotros”, recalcó.

No le entendía al maestro

De acuerdo con el relato de Santiago Motta Sandoval, además de la exclusión por el asunto sexual. No le entendía al docente que impartía el área de Introducción al cuidado de Enfermería. “Yo hacía mis trabajos, todo, pero él no calificaba el esfuerzo. Yo desde acá del Caquetá llevaba mis implementos, pero las notas fueron las que no me merecía así tan bajas”.  

Las clases para el programa que cursa de Jefe de Enfermería están programadas para los jueves, viernes, sábado y domingo.

Santiago Motta actualmente trabaja como enfermero en el hospital “María Inmaculada” del municipio de Florencia (Caquetá), en el área de Urgencias, en una jornada diaria de doce (12) horas; la cual fue pactada con el hospital para compensar las horas de permiso por estudio, los jueves, viernes y sábado.

Dice que con “mucho esfuerzo” cursa los estudios en esta universidad: “adicionalmente, quedamos huérfanos a muy temprana edad, por lo que me vi obligado a apoyar a mi mamá en el sostenimiento de la familia, por lo que los ingresos que percibo en el hospital no son suficientes para sufragar la totalidad de mi matrícula, que oscila entre los 4 a 6 millones de pesos, por lo que debo recurrir a otras actividades como rifas, venta de tamales – preparados por mi mamá -, ventas por catálogo (revista Yanbal), entre otras actividades”, señala en el escrito de tutela.

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