El próximo domingo se posesiona el nuevo presidente de los colombianos, Gustavo Petro Urrego, quien asume con grandes expectativas de cambio para mejorar el bienestar general de la sociedad colombiana. Los actos protocolarios tendrán una transformación frente a las posesiones anteriores, por la participación popular que se engalanará con diversos actos culturales en todas las ciudades capitales del país. Ha expresado que su posesión es de todos los colombianos. Y como tal, se espera que unas 100.000 personas asistan a dicha ceremonia, aunque algunos lo harán de manera virtual. Como es costumbre, la ceremonia principal se llevará a cabo en la plaza de Bolívar, de Bogotá. Además, habrá seis tarimas, pantallas gigantes en el centro de la capital y unos 600 periodistas cubrirán el cambio de mando. A esto se suma que en la plaza de Bolívar estará en exhibición la espada que utilizó el libertador Simón Bolívar y la paloma de la paz que donó el escultor Fernando Botero.
Además de los invitados especiales como los presidentes y el cuerpo diplomático, Petro invitó a algunas personas muy particulares que conoció en la campaña. Estarán Genoveva Palacios, de Quibdó; la familia López, unos cafeteros de Anserma, Caldas; la familia Londoño, de Santa Helena, Antioquía; Kelly Garcés, una barrendera de Medellín, y Arnulfo, un pescador de Honda. El carnaval de negros y blancos, el movimiento de músicas andinas y comunitarias de Colombia, muestras musicales, de artes plásticas, de circo y grafiti serán algunas de las actividades que se podrán apreciar en el centro de Bogotá.
Esto sucede en medio de la más absurda polarización política en que se encuentra sumergida la sociedad colombiana, dados los antecedentes que han precedido a este acto solemne que se desarrollará el 7 de agosto. La matanza de miembros de la fuerza pública por parte de las organizaciones narcoterroristas, que paralelo a los anuncios de las reformas sociales, económicas y políticas que ha prometido el gobierno entrante, lo cual están generando un panorama incierto.
Se espera que el discurso de posesión del presidente electo Gustavo Petro Urrego, genere un ambiente optimista para contrarrestar estos ambientes de turbulencia en el ambiente nacional. En la medida que se logre una verdadera unidad nacional en torno a la solución de las grandes problemáticas que afectan el bienestar de las familias colombianas, se podrá lograr el anhelado cambio que soñamos. Tiene como reto asegurar la estabilidad y la integridad para consolidar la democracia colombiana, que depende del accionar gubernamental que emprenda. El costo de la posesión ha sido muy controvertido por diversos sectores de opinión por el oneroso costo, que tiene un presupuesto de 4 mil millones de pesos en medio del gran déficit que presentan las finanzas públicas del país.
