Una empresa mediante estudio descubrió que las estafas tipo phishing (un término en inglés que hace alusión a cómo los estafadores «pescan» a sus víctimas haciendo que muerdan un anzuelo) aumentaron en más del 200% durante el apogeo de la pandemia, en comparación con el promedio anual.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
En los últimos tiempos se han venido sumando a la lista estafas digitales. Los estafadores parecen estar siempre un paso por adelante. Un estudio encontró que hay una cosa simple que pueden hacer para reducir drásticamente las posibilidades de perder dinero en estafas por internet: bajar la velocidad.
De hecho, entre las muchas técnicas que utilizan los estafadores, es crear una sensación de urgencia o la necesidad de actuar o responder con rapidez que es probablemente lo más dañino ya que la otra persona no tiene tiempo de pensar con claridad.
Al igual que con muchas ventas legítimas, actuar rápido reduce la habilidad de pensar cuidadosamente, evaluar la información y tomar una decisión cautelosa.
Confinamiento
Algo que dejó la pandemia en la población de todo el mundo fue el uso de las redes sociales y otras plataformas para poder solucionar cada uno de los inconvenientes que se tenían en el momento: pagar facturas, hacer transferencias, comprar a domicilio y hasta pedir dinero prestado.
Este problema, así como los delitos informáticos, se dispararon en pandemia. Los creadores de estas “apps” aprovecharon la situación económica de los hogares y las escasas habilidades digitales para montar un “negocio”, que hoy angustia a cientos de colombianos.
Su forma de operar es ‘fácil’ en redes sociales ofrecen préstamos sin papeleos, rápido desembolso, a bajas tasas y amplios plazos. Luego, cuando la víctima descarga la aplicación, aprovechan que la mayoría no lee los términos y condiciones, para camuflar una autorización que le da total acceso al dispositivo: fotos, agenda, ubicación… todo queda a disposición del dueño de la “app”. Información más valiosa que un pagaré.
Ejemplo
Una de las apps que brinda este servicio, de la cual se reserva el nombre, dice, por ejemplo: “es una plataforma de préstamos en línea que ofrece préstamos de alto valor y bajo interés. Puedes solicitar un préstamo en efectivo de hasta 20.000 pesos sin garantía ni pago por adelantado y protegemos tu privacidad personal. Podrá obtener préstamos en efectivo de manera fácil y segura con tiempos de desembolso rápidos. Porque en Préstamos de dinero en línea redefinimos el crédito. Somos la forma más rápida de obtener préstamos en efectivo al instante.
Seguido de esto dice: Monto de crédito: de 1,000 a 20,000 pesos. Término del préstamo: De 91 a 180 días. Interés: máximo del APR 16 % anual (Tarifa de servicio 0%), CAT promedio 748.04% más IVA. Si el monto de tu préstamo es de 1,000 pesos, se cobrará el 6% de interés, entonces el monto máximo del préstamo por un año es de 1,000*(1+6%)= 1.060.
Dentro de los requisitos está ser mayor de 20 años, estar empleado y tener buena vida crediticia.
La alerta de los préstamos por internet está encendida, pero parece poco lo que se puede hacer. Por un lado, los préstamos entre particulares no están prohibidos. Así las cosas, las “apps” de préstamos digitales no son ilegales. Lo otro es que, a pesar de simular la actividad de un banco, no es una actividad que vigile la Superintendencia Superfinanciera, pues se supone que los recursos son de origen particular. Por lo tanto, esta transacción se cataloga como una actividad comercial, que le compete vigilar a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Uso de datos
Dentro de los casos que se han hecho virales en redes sociales se conoce que la forma de actuar de este tipo de plataformas es que una vez se ven enfrentados a un usuario que no cancela a tiempo su deuda la forma de cobrar es bastante agresiva e incluso viola los principios de privacidad y tratamiento de datos.
A más de un ciudadano colombiano le ha pasado que, luego de pedir dinero prestado en estas plataformas, se ven enfrentados a un mostro que ya no es solo digital, sino que amenaza, tiene información de sus datos personas y familiares y toma toda su información y hasta imagen para emprender una campaña de desprestigio en su contra.
Tal vez se ha encontrado en redes sociales con algunas fotos que dice “Se busca, deudor moroso y evasor de pago de nuestra entidad financiera. No comunicamos con usted como referencia” acompañado de la foto de la persona.
Vale resaltar que las amenazas contra la honra y el buen nombre de las personas para cobrar una deuda son ilegales desde 1992. Ese año la Corte Constitucional (T-412 de 1992) prohibió los “chepitos”, cobradores con un maletín, con el aviso de “deudor moroso”, que perseguían al cliente, para someterlos al escarnio público y obligarlos a pagar. Lo de hoy podría ser similar, pero en la era digital y con un agravante: la amenaza es a vulnerar un derecho como la intimidad.
Derecho a la honra y el buen nombre
Desde este momento, la Corte Constitucional declaró que este de exponer su imagen públicamente raya con el derecho constitucional de respeto de su honra y su dignidad; que nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación, y que toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esos ataques.
Otro de los aspectos que sí viola este tipo de plataforma es la estafa de desembolsar sin autorización para cobrar intereses y los métodos agresivos a la hora de cobrar ya que, de acuerdo a como lo han denunciado a través de redes sociales, algunas víctimas, los cobradores han hecho llamadas intimidatorias, amenazantes y groseras lo qué podría tipificarse en un delito.
Evite este tipo de préstamos
Lo que recomiendan las autoridades en estos casos, es, en lo posible, evitar acudir a este tipo de préstamos para no tener estos inconvenientes que ya han sido altamente divulgados como.
