DIARIO DEL HUILA, SALUD MENTAL
Mayerly Daza Párraga
Psi. Esp. Directora Fundación ANDA
www.fundacionanda.com
La importancia de encontrar nuestro sentido de vida, contribuye a superar diversas afecciones que son lesivas para la salud mental.
En el artículo anterior “El impacto de los sucesos vitales en la salud mental”, reconocimos que estamos pasando por momentos difíciles, que nos comprometen al reconocimiento de varios sentimientos y emociones, de tristeza, angustia, melancolía, ansiedad, estados de pánico, miedo, etc.; que pueden afectar significativamente el estado de ánimo y la salud mental y física de las personas en general, no se distingue género, curso de vida o tipo de población. Hablar hoy de prácticas en salud mental y sentido de vida, nos lleva inicialmente a pensar y concientizar lo que estas sensaciones significan para cada uno de nosotros, implica detenerse, pararse, observarse, escucharse y, sobre todo, sentirse. La mayoría de las experiencias de vida nos enfrentan al miedo y al temor de lo desconocido, como un enfrentamiento a la crisis, al caos, con la nada o con el desorden de la satisfacción o insatisfacción eterna.
A partir de su relación con alguno de ellos, están sensaciones adquieren distintas formas de ser y con ella distintos tipos de afectaciones cognitivas, comportamentales y emocionales, que pueden ser angustiosa o gozosa, como una decisión individual, o a partir de una exigencia externa por vivir. Así, la salud mental con sentido de vida se genera como vivencia de aprendizaje personal, sano, inspirador e intrínseco, nos permite encontrar el significado a la existencia, nos dispone a tomar y decidir por ciertas conductas y actitudes ante la vida y nos enfrenta al universo, principalmente con la existencia de entender que el bienestar emocional forma parte de nuestra salud, y con la necesidad de tener una mejor calidad de vida y de la vida en comunidad.
Por este motivo se crea este espacio, en el cual podrán conocer más sobre las prácticas o ejercicios efectivos que nos llevaran a regular las diferentes emociones o situaciones que enfrentamos a diario, porque la salud mental no va solo en atender personas con patologías, va más allá de un proceso de información y de educación también, nos invita a las personas, familias y comunidades, a ser protagonistas y participantes de la gestión y cuidado de la salud mental; claro, sin dejar a un lado la responsabilidad de los entes territoriales en salud pública, frente a la promoción de la salud mental y la prevención de los problemas y trastornos mentales, como una estrategia para promover la resiliencia y el bienestar emocional, como una respuesta del Estado, coherente, ordenada y sistemática, desde el sector salud en coordinación con otros sectores, buscando la integridad en los procesos de gestión del conocimiento, monitoreo y resultados de la implementación de políticas públicas y atención integral en salud mental.
Siendo así, es necesario priorizar el sentido de vida, representada por la esperanza, proyectos de vida sanos e inspiradores, como sociedades activas en la consecución de superar crisis, adversidades o dificultades cuando se presenten, respondiendo de manera resiliente… vamos, intentémoslo hacer:
¿CÓMO?
Evaluemos nuestras aspiraciones, metas y objetivos, en las diferentes etapas de nuestra vida. El propósito o nuestro plan de vida puede ir cambiando o transformándose a lo largo del tiempo, a medida que vamos cumpliendo pequeñas o grandes metas y objetivos. Así como nosotros cambiamos, nuestras metas y proyectos también lo hacen.
Así que, proceda a darse el permiso para aprender sobre sí mismo y lograr un sentido de vida:
Observa: ¿Quién eres?
- Visualizar los sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos. Nos muestra claramente cuáles son las cosas que necesitamos cambiar si queremos tener una vida llena de júbilo y de satisfacción.
Reconoce: ¿Qué es lo que te mereces?
- Reconocerse es utilizar la imaginación para lograr el resultado deseado, uno ve lo que desea que suceda, antes de que ocurra en realidad. Mírate dentro de ti, di lo que mereces siempre.
Proyéctate: «Devuelvo a mi cuerpo una salud perfecta y la mantengo.»
El poder de la afirmación positiva sobre tu salud: «Me doy permiso para estar bien». Ya estoy en proceso de sanar, escucho con amor los mensajes de mi cuerpo, ahora, mi salud es radiante, vibrante y dinámica, estoy agradecido por mi salud, que es perfecta, me merezco tener buena salud.
Siente: «Me merezco sentirme bien»
- Reflexionemos. ¿Qué clase de sentimientos afloran?, corporalmente, ¿cómo te sientes?, lo que acabas de decir, ¿te suena a verdad, o todavía te sientes indigno de ello?
Dilo: «Me merezco tener paz interior, y la acepto ahora.»
Cree «Puedo hacerlo» El punto de poder está siempre en el momento presente
- Dilo: Cada uno de nosotros es responsable de sus experiencias, todo lo que pensamos va creando nuestro futuro, éstos no son más que pensamientos, y los pensamientos se pueden cambiar, necesitamos liberarnos del pasado y perdonar a todo el mundo, incluso a nosotros mismos, aprobarse y aceptarse a uno mismo en el «ahora» es la clave de los cambios positivos.
