El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles en un mitin con sus partidarios en las afueras de la Casa Blanca que nunca admitiría que perdió las elecciones, mientras el Congreso se preparaba para certificar la victoria de Joe Biden.
«Nunca nos rendiremos. Nunca concederemos», dijo Trump a la multitud de seguidores que ha viajado de distintas partes del país para este último apoyo. «Vamos a detener el robo».
Trump también instó al vicepresidente Mike Pence a no certificar en el Congreso la victoria de Biden: «Si Mike Pence hace lo correcto, ganamos las elecciones (…) «tiene el derecho absoluto de hacerlo». Dijo además que «Pence tendrá que ayudarnos, y si no lo hace, será un día triste para nuestro país».
Sin embargo, el papel de Pence es mayormente administrativo y ceremonial: supervisar la confirmación final de que la votación fue ganada por Biden, quien jurará su cargo el 20 de enero.
El presidente Trump ha aprovechado su discurso para tildar de «débiles» y «patéticos» a los legisladores republicanos que planean certificar a Biden.
El presidente invitó a sus seguidores a marchar de forma pacífica hacia el capitolio, sede del Congreso estadounidense, donde se lleva a cabo la sesión de certificación final del ganador de las elecciones, y donde ya se ve a varios manifestantes intentando tumbar las vallas de seguridad para ingresar al edificio.
Ya iniciada la sesión conjunta en el Congreso, se ha revelado que el vicepresidente saliente Mike Pence no intervendrá para detener la certificación en el Congreso de la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre, desafiando los deseos del mandatario republicano Donald Trump.
«La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no», afirmó Pence en un comunicado emitido cuando comenzaba la sesión conjunta del Congreso para certificar los resultados de las presidenciales, y poco después de que Trump le instara a hacer lo contrario desde un mitin en Washington.