El país adelanta ejercicios de coordinación, planeación y ejecución de distintos programas, proyectos y acciones para continuar con éxito por la senda de la recuperación económica. Los objetivos son empleos perdidos y las agendas locales de desarrollo productivo, entre otros.
Para el Huila los impactos económicos y sociales negativos dejados por la pandemia han sido considerables como en muchas regiones del país, recordemos que Neiva ostentó por varios meses niveles de desempleo con índices históricamente nunca vistos. Así mismo varios indicadores han permitido evidenciar el retroceso de la actividad comercial como lo ha sido la confianza de los consumidores, esto impone seguir en la búsqueda de mecanismos para la creación de empleos que aseguren a los hogares una fuente sostenible de ingresos.
Una manera de hacerlo es convocar a una mesa de acuerdos y de trabajo amplia, más allá de la Cámara de Comercio y en conjunto con los parlamentarios sur colombianos, para acompañar y dinamizar la agenda regional, presentar ante escenarios nacionales e internacionales nuevas y renovadas iniciativas de progreso económico. Si las fuerzas vivas del departamento se dieron a la tarea de organizar y definir, lo que entonces se llamó la Agenda Interna de Productividad y Competitividad, por iniciativa del DNP y, de allí surgieron las primeras apuestas productivas del departamento, ya materia de discusión, hoy más que ayer, es imperioso repetir ese ejercicio, convocar de manera amplia a los sectores y líderes regionales para construir un acuerdo que se materialice en un Plan de Contingencia Regional, que concrete una nueva hoja de ruta ante las secuelas de la pandemia que aún nos están afectando a todos. El Plan se debe construir entre todos y bajo el lineamiento de las políticas del gobierno nacional que integran las bases para impulsar la reactivación económica del país y están prioritariamente enfocadas en la creación de empleos – principal problema de nuestro departamento – por eso, resulta imperativo apartarse de los intereses mezquinos que durante muchos años han logrado sobreponerse a lo que podríamos llamar el bien común, conectarnos con un departamento que tiene grandes retos por cumplir, no solo por las circunstancias que estamos viviendo derivadas de la pandemia, si no por los sueños atrasados y por el gran horizonte de bienestar que los huilenses reclaman.
Este nuevo acuerdo regional debe ser efectivamente un ideal para vivir mejor. Seguramente durante este ejercicio, nacerán nuevos liderazgos sociales y políticos, que efectivamente nos van a ayudar a transitar hacia este nuevo camino que nos permita terminar y construir proyectos de beneficio colectivo, de lo contrario vamos es a seguir como en una bicicleta estática, trabajando sin avanzar.
