Juan Felipe Molano Perdomo
Hace pocas horas ha transcurrido la segunda vuelta presidencial, y para ello de nuevo me dirijo a quienes lograron el triunfo y a quienes no gozando de la banda presidencial también hoy son ganadores.
El Dr. Petro ha ganado con una franja limitada que hace la diferencia, lo cual es novedoso en nuestras elecciones, al menos en las últimas décadas, sin embargo, es un triunfo sin dudas ni fraudes probados; es el resultado de décadas de trabajo, de luchas, de riesgos, de persecuciones, pero lo importante de coherencia. Hoy me atrevo a pensar que sedujo a los ciudadanos en busca del cambio, y por ello su ejercicio del poder tiene que ser aún a costa de sus más cercanos aliados, el ataque frontal a la corrupción, al despilfarro de los recursos del estado, la protección del medio ambiente, la búsqueda de empleos y vida digna, en fin poner en marcha un plan de capitalismo humano.
Pero también es necesario señalar que el país demostró que habían dos candidatos del cambio, se escogió a uno, pero sumados sus votos son el reflejo de nuestra madures para derrotar las componendas electoreras y patriarcales.
Para mi sentir, veo que el Ingeniero Rodolfo hoy construyó un gran capital político y es un triunfador, por lo que no debe sentarse en el Congreso para ser el líder de la oposición, no le queda bien ese papel, al final siempre atacó a ese poder legislativo en sus representantes, muy por el contrario debe estar allí en representación de la oposición civil y ciudadana, que en matemáticas son más diez millones y medio de colombianos que un centenar de parlamentarios que en cualquier momento lo traicionen.
Gracias ingeniero Rodolfo por hacer ese esfuerzo maravilloso para que los colombianos entendamos que si es posible lograr mayorías de manera simple y lógica, con objetividad y concreción.