Diario del Huila

Un Papa Noel muy particular y rebuscador

Dic 24, 2021

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Diario del Huila, Crónica

Por: Hernán Guillermo Galindo M

Hernando Falla lleva 30 años luchando por vivir. Aprovecha la temporada navideña para disfrazarse y hacer una plata en la plazoleta de la Gobernación.

Estamos en diciembre y las calles de Neiva están decoradas de luces, adornos y árboles navideños y en los hogares se siente el espíritu de Navidad, sin embargo, no abundan los típicos Papá Noel, hombres disfrazados de rojo, botas negras, barba larga y blanca que animaban el ingreso a almacenes, restaurantes, a los sitios públicos con alumbrado y hasta reuniones familiares donde sorprendían a los niños con la entrega personal de regalos.

Pero está la excepción. Hernando Falla, antes conocido como el ‘gordo’, por obvias razones de su condición física que saltaban a la vista, lo que le facilitaba caracterizar al obeso y mofletudo personaje.

“No tenía que acudir a almohadas, trapos o rellenos para simular la gordura del personaje”, explica, riendo, con cara de bonachón, de buena persona, que siempre mantiene y que seguramente también le sirve para la encarnación del original Noel.

El nacimiento del personaje   

Comenta que empezó a hacer la labor hace 14 años en Girardot, por una ‘invitación’ que le hizo el jefe para ayudar a promover un negocio nocturno de música, trago y mujeres. En la época pesaba 155 kilos, con una altura de un metro con 80 centímetros.

Recuerda, con tranquilidad, que debía hacer de tripas corazón para vestir el algodonado traje, de pies a cabeza y hasta en el rostro, en una temperatura superior a los 35 grados. Debía estar alegre y en buena disposición para atraer a la clientela, dice.

“Vivía en Girardot, y una empresa de publicidad necesitaba un Papá Noel y me dijeron que si me le medía, que me pagaban una plata. Y como estaba necesitado pues dije que sí y de una inicié con esta hermosa labor. Es muy gratificante contribuir con la alegría no sólo de los niños sino de los grandes. Son muy felices al verme y eso es muy importante para mí”, destaca.

En esa ciudad conoció a su esposa Consuelo Briceño. Hoy, con Hernando, de 49 años, son padres de dos hijos. Simón Daniel de 22 y Karen Tatiana de 28 y un nieto, Tomás, de 8 años.

El personaje apareció como solución a una de las crisis.

De regreso a Neiva y después de seguir dando vueltas retomó el rol navideño:

“Hace unos años estaba sin trabajo y entonces me acordé de la veces que hice de Papa Noel. Lo visualicé como una oportunidad de huirle a la crisis. Me animé, saqué el vestido del cajón y a trabajar se dijo, en la calle o a donde me necesitaran”, señala, y exclama Jo, Jo, Jo…sin voz atronadora.

Su ilusión nunca había sido hacer el personaje. “Nunca soñé con eso ni pensé que me tocaría, pero las circunstancias son las que mandan”, enfatiza.

De hecho, lo que quería en la vida era ser chef, un experto en la cocina, porque le gusta la gastronomía y, claro, la comida, aunque de niño su pasión era jugar fútbol, correr y divertirse con los amigos de cuadra en el barrio Calixto Leyva.

Pero creció y las obligaciones empezaron a presionar y a exigir acciones y respuestas. “Había muy pocas oportunidades y la vida que he tenido ha sido muy dura, de sacrificios. Me ha tocado el rebusque. Entre otros oficios he sido mesero, mensajero, portero de discotecas, trabajé en construcción, en comidas rápidas…”.

La más reciente aventura fue en Bogotá a donde viajó primer semestre de este año esperanzado en salir adelante y que las cosas funcionaran mejor, pero no fue así. La gran ciudad también es ruda, comenta.

“Como conozco del negocio, puse un puesto de chorizo Santarosano, en un barrio del sur, pero todo resultó muy complicado. El frío, el clima, afectaron mi salud y me obligaron a regresar”, cuenta con pesar, pues su esposa se quedó con el resto de la familia. Labora en un local con máquinas de bronceado de piel.

En la actualidad pesa 113 kilos y responde que no ha hecho cursos de improvisación teatral ni expresión corporal para desempeñar el papel de Noel, “la clave para serlo de verdad es mucho amor e irradiar amor ante los niños”.

La imitación clásica es para tratar de aprovechar la temporada, ganar un poco de dinero, aunque confiesa que hay competencia con 4 personajes más y un rey mago.

A continuación aprovecha el diálogo para hacer una solicitud. Que le ayuden a encontrar un bolso navideño donde cargaba la campana y el producido nocturno.

“Lo perdí el lunes en la noche, cuando venía de la Gobernación, donde me presento y ayudo con fotos. El bolsito y la campana es lo importante. Si me lo regresan, quedo muy, muy agradecido. Estoy allá de 6 a 10 de la noche o me pueden contactar al  3134528080”.

Un regalo para Noel

En el día, Hernando Falla, que lleva 30 años en el ‘camello’ diario, hace toda clase de labores de mensajería y prepara “deliciosas cenas y carnes para navidad, sin químicos ni conservantes. Muchacho relleno, pavo, lomo de cerdo ahumado, etc., con domicilios”.

Pese a todas las dificultades no protesta ni se queja. Dice estar “agradecido con Dios y la Virgencita”. Y en el futuro le gustaría poder adquirir casa propia, colocar nuevamente su negocio, reunirse con la esposa e hijos y que Simón regrese a los estudios universitarios.

Hernando Falla tiene una pasión por la cocina.

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