Dentro del plan de recuperación del espacio público a las afueras del cementerio central de Neiva, la Administración Municipal reubicará a los 12 comerciantes que han vendido de manera ambulante flores en este lugar. Muchos de ellos llevan 40 años o más, son familias que por generación se han dedicado a este negocio. Diario del Huila los visitó para conocer sobre el plan de reubicación y la expectativa que les genera este traslado, que no es la primera vez que se presenta.
La reubicación de los vendedores de flores a las afueras del Cementerio Central en la ciudad de Neiva, volvió a tomar fuerza con el anuncio hecho por el director de Espacio Público en la ciudad, Hugo Arciniegas, quien manifestó que este año la apuesta es recuperar las calles y demás entornos que han sido ocupados ilegalmente.
En ese propósito se han venido realizando reuniones con varios sectores del comercio informal para darles a conocer la reglamentación que se implementará para la adjudicación de los mobiliarios urbanos.
Según Hugo Arciniegas, director de Espacio Público de Neiva, con este proyecto se les dará mejor uso a las casetas que la Alcaldía de Neiva, ha elaborado y a las cuales no se les ha dado un buen uso, uno de esos sectores son los 12 puestos de venta informal de flores en las afueras del cementerio central en la capital del Huila.
La propuesta para estos vendedores es trasladarlos al frente en un espacio del Parque de los Niños, ubicado en el mismo sector, y les ubicarán 12 de las actuales casetas que no fueron utilizadas por los artesanos en el pasaje José Eustasio Rivera en la carrera 5 cerca al Centro de Convenciones y a la secretaria de Cultura del departamento.
“Buscamos un efecto de reactivación económica y apoyo para las personas en condición de vulnerabilidad. Vamos a recuperar esa franja de espacio público a las afueras del Cementerio Central en la Calle 21 y le vamos a dar orden y estética a las personas que venden flores” puntualizó Arciniegas.
Visita al lugar
Como es costumbre, Diario del Huila recoge los conceptos de los directamente beneficiados o afectados por las medidas o determinaciones que tomen las autoridades, como en este caso. Es de anotar que se ha indicado que se ha realizado la correspondiente socialización
Lo primero que comentan los vendedores de flores, en su mayoría mujeres, es que esto del traslado no es nuevo para ellos, lo que cuestionan es el lugar en donde no hay sombra por ningún costado y lo otro los módulos que por inconvenientes rechazaron los artesanos para quienes fueron diseñados y ubicados hace dos años.
“Ya nos habían trasladado cuando existía la plaza satélite a las afueras de la misma, y se imagina en condiciones distintas, porque había buen flujo de gente por la dinámica de la plaza. Sin embargo, quedó demostrado en esa experiencia que no fue buena idea, ya económicamente fue un fracaso, las ventas se bajaron, cómo no será ahora, prácticamente van a tener altas perdidas”, dijo uno de los vendedores que prefirió el anonimato.
Claudia Morales, otra de las vendedoras por más de 40 años, está de acuerdo con su colega vendedor, cree que va a ser un fracaso lo del traslado, “la gente viene aquí y le compra a uno porque es cliente permanente, pero tener que irse a buscarlo y asolearse, la mayoría va a pasar de largo y como el traslado de hace unos veinte años, nos va a tocar volvernos al mismo lugar”.
Pedro Morales, quien lleva más de 40 años vendiendo flores a las afueras del Cementerio Central, reconoce la importancia de la reubicación y es uno de los pocos que desde ya se acogió a la propuesta.
“Queda bueno porque se le apostará a la cultura de Neiva. Es un proyecto que le dará otra cara al sector porque se le dará más espacio al peatón y a las personas que visitan el cementerio. Este proyecto le dará más presencia a este lugar” dijo el comerciante.
Además de la duda en torno al lugar y a los módulos, otra de las situaciones que plantean las vendedoras en especial es el tema de los servicios públicos, se necesita agua para mantener las flores frescas con estas altas temperaturas y el servicio sanitario para ellos y sus empleados.
El nuevo espacio
Uno de los vendedores informales de flores, nos mostró el sitio en el que los pretenden reubicar y la verdad es que no dista mucho de donde actualmente tienen sus puntos de ventas.
Son unos cien metros o un poco más en donde se van a colocar las casetas que se trasladarán del pasaje José Eustasio Rivera al parque de los Niños. A la hora de la visita la alta temperatura les da la razón a quienes se quejan de las altas temperaturas que van en contra de la preservación de las flores. Adicional, hace pocos días talaron el único árbol que podría haber suministrado un poco de sombra al lugar.
En favor de la propuesta de la administración habría que dar un tiempo prudencial y esperar que se trasladen y se acondicionen las casetas. Además, se deberá mejorar el entorno, con lo que hasta tanto no se surta todo el proceso, no se podrá conocer a ciencia cierta el beneficio o perjuicio con la medida del traslado.
Voces encontradas
Como lo anticipó Diario del Huila al comienzo de esta nota, los comerciantes están de un lado escéptico en torno a reubicarse y otros comparten la iniciativa, pero con algunas dudas.
En la propuesta a los informales del Cementerio Central se suman a los vendedores de flores, vendedores de productos distintos, agua, mecato, tinto, entre otros. Una de estas vendedoras es Jacqueline Guzmán, quien aceptó compartir su punto de vista sobre movilizarse al frente de donde actualmente atiende.
Jacqueline atiende a sus clientes ocasionales y a los propios vendedores de flores que son sus clientes habituales, en el separador de la avenida frente al campo santo.
“En este lugar llevo 20 años, desde que demolieron la plaza satélite en donde antes laboraba, tengo entendido que lo del traslado que nos proponen está dentro del plan de recuperación del espacio público, la semana pasada nos reunieron y nos dijeron que nos tenemos que reubicar al frente”, sostuvo.
Señala el lugar en donde se puede apreciar aún los vestigios del árbol que fue talado recientemente para adecuar el lugar. “Nos ofrecen las casetas que están en la carrera quinta a diez vendedores de flores y nos incluyeron a dos vendedores informales que llevamos los mismos años que ellos vendiendo aquí”, comentó.
Es solidaria con los vendedores de flores que se van a enfrentar a las altas temperaturas, hecho que les hicieron saber a los funcionarios que les socializaron el proyecto. Estos manifestaron que iban a analizar la situación para buscar posibles soluciones, pero se queda pensando y dice; “manifestaron que lo iban a pensar.
El otro vendedor en este caso de agua, gaseosas, empanadas, entre otros a quienes entran al cementerio, Alex David Mercado. “Soy vendedor ambulante frente al cementerio desde hace quince años, les ofrezco el agüita, la gaseosita para que se refresquen a los que entran a visitar a los difuntos”.
Tiene claro que sería mejor que los dejaran a donde están porque muchos de ellos llevan 40 años en el lugar y ahora, debido a una tutela que argumenta la posibilidad de accidentes sostiene que durante todos los años que llevan en el lugar, nunca se ha presentado un accidente que lamentar.
“Le anticipo que si se da el traslado esto lo van a coger como parqueadero de motos, eso es lo que va a suceder, la gente aquí no tiene cultura, van a tomarse el lugar como parqueadero y en segundo lugar van a llegar más indigentes en las noches a dormir aquí”.
Sobre la conservación de las flores, pone como ejemplo una carpa que queda cerca, “Usted se queda diez minutos bajo esa carpa y no se aguanta el calor, imagínese las flores todo el día sometidas a esas altas temperaturas, se van a marchitar más rápido. Además, está también de por medio la salud de las vendedoras que en su mayoría son personas de la tercera edad, también se van a afectar por las altas temperaturas”, sumó.
El tema de salud, es compartido por varias de las vendedoras que manifiestan que con las altas temperaturas es muy difícil tener bienestar en el sitio para laborar. Se imaginan en unas casetas metálicas como las que les ofrecen, unido al poco espacio para la movilidad.
Temen que les invadan una vez se vayan
El temor que los lleva a estar alerta radica en que de pronto lleguen otros vendedores informales y se tomen la zona, situación que darse los hará tomar medidas para defender sus lugares de trabajo de más de 40 años.
“Si yo veo que llegan otros a instalarse acá, inmediatamente me regreso y peleo por mi lugar, no es que simplemente nos van a sacar y otros se van a aprovechar de que tengamos que movernos para quedarse con lo que ha representado nuestra forma de sustento por tantos años”, dijo quien se identificó simplemente como Alicia.
Es la situación que se vive frente al cementerio central de esta capital tras el anuncio que se ha hecho de reubicar a los vendedores informales dentro del programa de restitución del espacio público en la ciudad. Por ahora les han socializado, pero aún no hay una fecha concreta para el traslado.
“Son cerca de dos años que vienen diciéndonos de la reubicación, ahora tomó fuerza, pero hasta tanto no acondicionen las casetas y se produzca el trasteo, nos toca como Santo Tomás, “ver para creer”, agregó otro de los informales que atendió esta visita de Diario del Huila.