Diario del Huila

‘Yo fui un periodista empírico, que nunca peguntaba, pero tomaba notas’

Ago 7, 2021

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DIARIO DEL HUILA, ESPECIAL

Por: Rolando Monje Gómez

Fotos: Tatiana Ramírez y Suministradas

Por más de 25 años Hernando González Cachaya trabajó en el Diario del Huila, transportando al lugar de los hechos a los periodistas. Fueron tantos los eventos trágicos y tomas guerrilleras que tuvo que presenciar que se convirtió, sin querer, en un ‘reportero de guerra’. Hoy con la celebración de los 55 años de nuestro periódico, él nos cuenta muchas de sus historias vividas.

“Un día Germán Hernández me dijo, Hernando hay una cosa que no le puedo contar, es grande y para el periódico la berraquera, pero necesito un cura. Después de tanto buscar cuadramos con el padre Alonso que estaba en la iglesia del Espíritu Santos, le comentamos y dijo si ‘vamos a hacer esa obra humanitaria’”.

“Cuando llegó el día, no sabíamos para dónde íbamos. En el camino el padre me hizo devolver hasta donde unas monjitas que le dieron una manotada de escapularios, rezamos como cien rosarios, cada rato era ‘otro rosario’ y más o menos el único que le contestaba era yo, porque Germán muy poco”.

“Atrás nuestro iba otra camioneta de la Gobernación. Cogimos camino y llegamos a Balsillas donde estaba el contacto, armado y con un radio. Él le preguntó a Germán que si era el periodista y nos dijo: están lejos, de aquí tienen que coger para Algeciras hasta un punto que se llama La Ye, esa carretera va para Guacamayas en el Caquetá, se llamaba La Punta exactamente. Era la una de la tarde y nos dijo: arranquen porque van a llegar en la noche. Cogimos un atajo pero nos tocó devolvernos y perdimos dos horas de viaje. Esa noche nos quedamos en una casa de una distribuidora del Diario en el pueblo y el padre en la casa cural”.

Este es el comienzo del relato de Hernando González Cachaya, quien por cerca de 25 años trabajó en el Diario del Huila como conductor, y tenía que acompañar a los periodistas a realizar los diferentes cubrimientos.

Las historia con que comenzamos esta nota, la vivió don Hernando junto al periodista Germán Hernández y el padre Alonso, cuando fueron al rescate de unos secuestrados que iba a entregar las Farc, una experiencia programada para un par de días que se convirtieron en diez días de aventuras intensas.

“Arrancamos como a las cinco de la mañana, nos dijeron llenen los carros de combustible y lleven gasolina en bidones. Cuando llegamos a La Punta, un domingo, nos dijeron que ahí teníamos que esperar, estábamos en la mitad de un campamento guerrillero. A las 11 de la mañana alguien nos dijo: ustedes no se van sino por ahí el miércoles, esa gente está lejos”.

“El padre Alonso estaba afanado porque tenía primeras comuniones en la parroquia. Estuvimos una semana, hasta que una tarde llegó una persona y nos dijo mañana se van. Nos dieron permiso para salir a caminar y en una curvita vimos un manantial de agua y un poco de mujeres, y dijimos esas son las personas por las que vinimos. Cuando Germán se me acercó y nos preguntó si estábamos mirando, esos como que son los que vamos a llevar, dijo, y efectivamente esos eran”.

“Estuvimos como diez días, comimos y dormimos bien, pero había mucho avión que sobrevolaba por la zona. Al final cuando nos entregaron a las personas, el Padre quería dar una misa, pero le dijeron una oración y nos vamos. Nos tomamos algunas fotos”.

Esta fue una sola de las miles de experiencias que recuerda Hernando en su paso por el Diario del Huila. Aunque él no estudió periodismo, considera que hizo el curso en el terreno y trabajando al lado de magníficos profesionales.

“A mí me gustó trabajar con todos pero más con Germán Hernández y Alejandro Saavedra, porque eran muy arriesgados. Aprendí mucho de ellos y me volví igual de arriesgado, siempre éramos los primeros en llegar”, afirmó.

“Tengo buenos recuerdos con todos los periodistas: Germán, Mildred Falquez, Martha Lucía Monsalve, Patricia Sánchez, Nelson Rojas, el negro Rafa, con usted, con todos. Era un equipo de trabajo buenísimo de esa época en el Diario, eran muchas ‘estrellas’ y con el viejo Saavedra tantas cosas que vivimos juntos, a veces viajábamos solos a cubrir eventos, sin periodistas”, comenta don Hernando González.

Reportero conductor

Él contribuía en la reportería porque conocía mucha gente en todos los municipios, apoyaba a los periodistas haciéndoles los contactos en cada lugar.

Su labor era transportar a los periodistas a donde se produjera la noticia “porque como en esa época no había tanta tecnología. Había que llegar hasta el sitio y el que llega primero pega dos veces”, dijo.

Recuerda que el primer cubrimiento en el que estuvo fue una toma guerrillera a Vegalarga con Alejandro y Germán. “Me dio susto porque nunca había vivido una cosa de esas, el tiroteo por todos lados, los helicópteros por arriba, eso es monstruoso. Después ya íbamos a varios sitios, en ese entonces era pesado”, afirmó.

Jamás se imaginó ser un ‘corresponsal de guerra’, que fue algo en lo que se convirtió por el número de eventos trágicos que tuvo que presenciar. “Cubrí dos veces Vegalarga, dos veces Colombia, Santa María, Gigante, Maito, Saladoblanco, Algeciras que era a cada rato”, menciona algunos de los lugares.

Don Hernando asegura que varias veces sintió que su vida estaba en riesgo. “En Vegalarga pensé que no iba a salir vivo. Yo estaba a dos cuadras del puesto de Policía cuando bajó una señora llorando y con una herida en el brazo, me dijo que habían matado a un periodista. Yo me había devuelto a dejar el carro a la salida por si un carrerón. En ese momento pensé en Alejandro y Germán, cuando salí a buscarlos los vi ayudándole a Albatros Moro, que estaba herido junto a un policía. Sentí pánico”, expresó.

Señala que todas son experiencias únicas, que muy pocos las han vivido, son hechos de violencia con mucha sangre. “La muerte del alcalde de Suaza que lo mató la mujer, llegamos al pueblo a las cinco de la mañana y a las seis ya sabíamos quién lo había matado. Ricardo Areiza me llamó y me dijo ‘Nandito’ en Suaza mataron el alcalde, ahí viajé con Germán”.

También recuerda experiencias con Érika Manchola en Hobo, con unas señoras que mató la guerrilla, con Rafael Rodríguez con quien cubrió un hecho muy doloroso para él y para todos, donde murió su padre. “Eso fue duro”, comentó.

“Me acuerdo de Marcela Ortiz quien le tocó refugiarse en un pequeño espacio de la iglesia de Gigante para que no la cogieran las balas, luego nos metimos en un bar como doce personas cuando explotó un cilindro de gas muy cerca”, dijo don Hernando.

La llegada

Llegó a trabajar directamente con el Diario del Huila cuando nombraron a la señora María Mercedes de embajadora en la República Checa, en 1999. Antes trabajaba con los mismos dueños del periódico pero en la parte agropecuaria, aunque ocasionalmente hizo algunas colaboraciones de transporte.

“Siempre estuve como allegado al periódico, empecé cuando estaba en Matamundo, viendo cómo hacían el periódico. Me acuerdo de don Fermín Segura y don Delimiro Moreno que eran muy buenos. Estuve ligado más 25 años como conductor y mensajero, pero antes trabajaba en la Hacienda Villa Nora”, recordó Hernando.

Manifiesta que fueron experiencias muy bonitas, pero tuvo la oportunidad de vivir esa parte dura de la guerrilla, por lo que su especialidad terminó siendo lo judicial.

Recuerda como con Nelson Rojas viajaban cuando el Atlético Huila, que había ascendido a la A, jugaba por fuera de Neiva e iban a cubrir los partidos. “El loco Jairo Castaño a cualquier hora me sacaba para hacer un cubrimiento social”.

“Yo fui como un periodista empírico, con una ilustración que nunca me había imaginado en la vida, de saber cómo era todo el proceso de hacer un periódico. Tomaba fotos, hacía contactos, nunca hice preguntas, nunca me atreví a eso, pero sí tomaba notas por si de pronto les servían de algo”, afirmó.

Confiesa que en esa época, su esposa y sus hijas vivían con los pelos de punta y que hoy a sus 70 años, no le tiene miedo a nada.

“Esos periodistas eran un combo excelente, pero si hoy tuviera la oportunidad de hacer lo mismo no lo haría, fui muy irresponsable, esas experiencias fueron muy duras y mi familia sufrió mucho, aunque recuerdo mucho esos años”, expresó.

Hernando González, nacido en el corregimiento de El Caguán, recuerda mucho a Alejandro Saavedra. “Nos conocimos en el barrio Timanco, en los partidos de fútbol y jugábamos minitejo, aún no me recupero de su muerte, era un bacán. Yo lo regañaba porque era muy intrépido”, comentó entre lágrimas.

Don Hernando afirma que la familia Duque fue espectacular con él y con los suyos. Va a cumplir once años de haber dejado el Diario del Huila, el que recuerda mucho por las experiencias vividas y que repasarlas de vez en cuando son las que lo mantienen vivo.

‘Yo fui un periodista empírico, que nunca peguntaba, pero tomaba notas’

La primera página de Diario del Huila donde se registró la liberación de un grupo de secuestrados. Don Hernando fue el fotógrafo.

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