Diario del Huila, Ciudad
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo
Los comerciantes analizan los resultados del año que termina y las expectativas de 2022, tras la crisis de la pandemia y cuya amenaza no termina. Insisten a la administración municipal más autonomía administrativa.
El Nuevo Pasaje Camacho, ubicado en el centro de Neiva, entre el parque Santander y la Plaza Cívica, diagonal al edificio de la Gobernación, y en cercanías al Palacio de Justicia, se mantiene gracias a un puñado de comerciantes que luchan y se niegan a desaparecer en medio de las dificultades que arrastran casi desde la fundación en 1887 y multiplicadas por los efectos de la emergencia por el Coronavirus.
El habitual lugar de comidas y mercancías, que se transformó con respecto al tradicional, cuando la ciudad era apenas un villorrio en crecimiento, sigue vigente para los neivanos.
Aunque atienden en el mismo sitio, las circunstancias y la misma ciudad son otras. Diario del Huila los visitó para hacer un balance del año que termina y las expectativas con el 2022.
Balance 2021
El Pasaje, un corredor urbano planteado para direccionar el flujo peatonal del centro, conecta el Parque Santander con la Plaza Cívica Los Libertadores.
“Nos hemos convertido en eso, en un paso obligado de la gente, pero sin ningún tipo de beneficio”, dice Celeny Arias, la presidenta de la Asociación de Comerciantes que intenta mantener activo el lugar, y quien amablemente recibe la visita de este medio de comunicación.
Recuerda que lugar cuenta con 10 locales de comida, y 12 de miscelánea comercial y dos baterías sanitarias. Sin embargo, actualmente sólo están en funcionamiento dos locales de venta de comida y uno de venta de jugos, menos de la mitad de los locales destinados a la comida.
La parte que se mantiene activa sigue siendo la plazoleta superior en donde se ubican los locales comerciales destinados a la venta de ropa, juguetes, artesanías, artículos religiosos, zapatos y una oficina de mensajería.
“Todos los locales están ocupados, no hay disponibles”, sostiene, con algo de resignación, tras 14 años de abierto al público.
La temporada decembrina para todos es la más esperada para tratar de cuadrar el balance del año, pero para la presidenta de la Asociación las ventas han sido ambiguas, no han llenado las expectativas, tras un año difícil por los efectos de la pandemia.
Y de paso se quejó por el no haber sido incluidos dentro de la programación decembrina organizada por la administración municipal, que hubiera sido una alternativa para jalonar clientela, familias con niños que compran ropa, mercancía y comen.
“Nos sentimos olvidados, no nos tuvieron en cuenta ni para el alumbrado navideño y menos en la programación decembrina. No hemos podido tener un acercamiento con la administración, primero por la pandemia y ahora porque se han ido dilatando las cosas y todo se queda para el próximo año”, sostiene.
“Ojalá logremos esa reunión que hemos estado buscando con la Alcaldía y que en adelante se nos dé un trato igualitario, ya que aquí, por concesión, hay unos locales que solo pagan los servicios, lo que nos parece injusto”, se lamenta.
La visita permite observar que realmente la situación para los comerciantes no ha cambiado desde marzo de este año que Diario del Huila los atendió para conocer de su actividad.
Siguen cerrados la mayoría de los locales destinados a la venta de comida y cafeterías con las excepciones referidas en el comienzo de este artículo y se mantienen con ocupación total los locales destinados a actividades comerciales distintas a estas como son la venta de ropa, juguetes u otras similares.
Para varios de los comerciantes otro de los aspectos que incidió en el balance en las ventas que, aunque estuvieron algo buenas no llenaron las expectativas, tiene que ver con el incremento de los precios de hasta un 40% en las compras de la mercancía al por mayor, “costo que toco trasladar al comprador final”, afirma Luis Perdomo, de un local de vestuario juvenil.
Altas y las bajas
Las dos caras de la moneda se reflejan en los conceptos entregados por los comerciantes en esta oportunidad.
De un lado vendedores como Alejandro Luna, que ofrece ropa, la temporada ha estado muy regular.
“Teníamos unas expectativas bien altas, pero no se ha cumplido. Pienso que puede ser por escasez de dinero o falta de trabajo de la gente incidieron para que no se pudieran cumplir las metas”.
Y agrega que todo se incrementó en los costos al por mayor y tocaba subir igualmente al detal, motivo que también pudo incidir en no cumplir lo propuesto, aunque no descarta que el cierre de 2021 y la despedida de año sirva para mejorar las cosas.
En el comparativo dice que las ventas de este año fueron similares a las del año pasado en plena pandemia, con unos costos más altos en este diciembre por las alzas en los costos de la mercancía, añade.
En la proyección para 2022, dice Julio Serrato, que son optimistas. “Uno en esto del comercio siempre es optimista, no gana nada con ser negativo, pero quedamos a la expectativa sobre cómo se comportará el comercio el próximo año”, concluye.
La otra cara de la moneda la muestra Franklin Sánchez, que también vende ropa. En su concepto el 2021 no fue tan bueno como esperaban, “pero tampoco nos podemos quejar ya que se mejoró una vez se reabrió todo el comercio y la ciudad. No me ha ido super bien, pero estoy satisfecho, gracias a Dios”, añade.
Lo que sí tiene claro es que no se alcanzó a equilibrar la balanza con respecto al déficit que vienen arrastrando de tiempo atrás, “pero algo se cuadra”. Por último, piensa que el 2022 pinta “mejor siempre y cuando no nos vuelvan a encerrar. Que no haya un nuevo pico grave del virus, destaca.
Otra perspectiva poco optimista la tiene Karol Melo de la zona de venta de comidas, quien tiene una frutería y venta de jugos desde el año 2012. En el balance del año no es muy positivo por la pandemia, aunque se mejoró en algo frente a 2020.
“Sí mejoró, gracias a Dios, uno no puede ser desagradecido. Diciembre estuvo mejor en un 80% y sobre el 2022 hay que mirar con cautela porque se anuncia recesión económica”, sostiene.
Este es el balance y proyección de los comerciantes asociados de nuevo Pasaje Camacho en el centro de Neiva y se reiteran que, con la administración de Gorky Muñoz, están en proceso de diálogo, el tema ha sido lento por lo de la pandemia.
Por eso, persisten en que los dejen administrar el lugar, que ellos se hacen cargo de la celaduría, las aseadoras y la administración de los baños y que el Municipio haga el mantenimiento. “Siempre es lo que han planteado”, comentan.
Finalmente, al ser consultada sobre las inquietudes de los comerciantes del pasaje Camacho la directora de Espacio Público de Neiva, Lina González que se encontraba fuera de la ciudad se comprometió a dar una respuesta en los próximos días en Diario del Huila.