El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aceptado una invitación de su homólogo norcoreano, Kim Jong Un, para visitar Corea del Norte, en el marco de su encuentro bilateral en territorio ruso.
«El dignatario ruso aceptó con mucho gusto la invitación y expresó una vez más la voluntad de mantener la historia y tradición de la amistad Rusia-Corea», señala la agencia.
Tras la cumbre, Putin aseguró que hay espacio para la cooperación militar y espacial bilateral en un momento en el que Occidente amenaza con imponer nuevas sanciones a ambos países, que vulnerarían resoluciones de la ONU en caso de acordar un intercambio de armamento o tecnologías relacionadas.
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Putin ya visitó en 2000 Corea del Norte, donde celebró una cumbre con Kim Jong-il, el entonces líder norcoreano y padre de Kim Jong-un, fallecido en 2011.
El dirigente norcoreano llegó a Rusia el martes en medio de fuertes sospechas de Occidente sobre la intención de ambos países de reforzar la cooperación militar y espacial a través de un acuerdo de suministro de armas y tecnología.
Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de misiles antitanque y munición para artillería.
«La tradicional amistad entre Corea del Norte y Rusia, consolidada de generación en generación y siglo tras siglo poniéndose a prueba de la historia, se desarrolla aún más como vínculos de compañeros de arma inquebrantables y estratégicos de eterna duración, gracias a la amistad íntima y especial entre los dignatarios de ambos países», señala KCNA.
En julio pasado, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, visitó Corea del Norte donde mantuvo conversaciones con el líder supremo de la nación y otros funcionarios, así como presenció el desfile militar con motivo del 70.º aniversario de la victoria del pueblo coreano en la Guerra Patriótica de Liberación.
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