Por: Santiago Ospina.
La caficultura se enfrenta a un desafío climático que amenaza con la vitalidad de toda la industria y representa un riesgo para más de 540.000 familias colombianas que subsisten gracias a la producción de café. Se estima que para el 2050 la temperatura global podría incrementar hasta 2°C, lo que influiría en la escasez del agua y pondría en riesgo la vida de cientos de miles de cafetales.
Si bien hemos escuchado que Colombia es un territorio privilegiado en cuanto a su disponibilidad de recursos hídricos a nivel mundial, la distribución espacial y temporal de estas fuentes no es constante. La producción de varias de las principales zonas cafeteras del país se ve fuertemente afectada durante las épocas de sequía.
La reutilización del agua puede jugar un papel fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de nuestra industria insignia. El agua es un recurso esencial en diferentes etapas del proceso de producción del café y es indispensable para desarrollar el producto que disfrutamos cada mañana. Si no disponemos de ella, se derrumbaría en cuestión de semanas una industria que hemos construido por más de un siglo.
Considerando la vasta presencia de cultivos de café en Colombia, que superan las 800,000 hectáreas, reutilizar este recurso puede reducir la presión sobre las fuentes hídricas nacionales de manera drástica.
Se estima que mediante las prácticas de reutilización podemos reducir hasta en un 50% el consumo de agua dulce en la producción. Y aunque esto se lea impresionante, Cenicafé ha demostrado que el desarrollo de sistemas de recirculación en el beneficio húmedo puede reducirlo hasta en un 80%. Además de proteger nuestro ecosistema, esto beneficia económicamente al campesinado, estimando un ahorro que en muchos casos supera el 20% de los costos de producción, cifra significativa para la utilidad final.
Existen programas del Gobierno y de la FNC que apoyan a los caficultores en la implementación de estos sistemas. Un ejemplo es el programa “Agua Para la Prosperidad”, que ha entregado a más de 10.000 caficultores kits y asistencia en la implementación. Todavía hay espacio para que miles de caficultores adopten estas nuevas prácticas, las cuales además, son demandadas por los mercados internacionales actualmente.
La reutilización del agua en la caficultura es una estrategia que puede beneficiarnos en términos ambientales, sociales y económicos, y será fundamental para proteger nuestra emblemática industria. Se estima que la caficultura colombiana podría evitar la emisión de hasta 100.000 toneladas de CO2 al año mediante el aumento de estas prácticas. Pero para ello, necesitamos caficultores dispuestos a adaptarse a las tendencias emergentes.
Con el aroma de un café huilense los saludo.
