El histórico fallo de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto hasta la semana 24 en Colombia aumentó en un 65,9% los procedimientos legales, pero no impidió que otras mujeres siguieran abortando en la clandestinidad.
Por: Hernán Galindo M
Desde hace un año exacto –tras la sentencia C-055 del 21 de febrero de 2022– cualquier mujer puede acudir a un centro médico para interrumpir su embarazo hasta la semana 24. Sin explicaciones, sin papeles, sin exámenes previos para la mayoría de los casos: tiene que ser un procedimiento rápido que, además, no requiere el consentimiento de los padres ni de ninguna otra persona adicional.
Así lo estableció la recién publicada resolución 051 del Ministerio de Salud que reguló el acceso a la interrupción voluntaria del Embarazo, IVE, y que le ordena que todos los centros médicos del país que habiliten una ruta que atienda o redireccione, sin trabas, a las mujeres que quieran abortar.
Lo cierto es que, aún con esas barreras de acceso reportadas en tutelas y quejas de las pacientes y las redes feministas que las acompañan, Profamilia registró un aumento del 65,9% en los abortos practicados de todo el país.
“Esta información coincide con la evidencia de otros países como Uruguay, Francia, Portugal, España y México en los que, luego de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, no hay un aumento en los procedimientos a largo plazo, sino que se trata de un aumento inicial que luego se estabiliza e incluso disminuye”, argumentó Profamilia.
Y hay más cifras que hablan de un proceso que avanza con fuerza en los 32 departamentos. Según esa misma entidad, el 97,2 % de las IVE se realizaron antes de los primeros cuatro meses de gestación y solo el 1,1% se llevaron a cabo después de las 24 semanas.
A partir de ese punto, tal como lo decidió la Corte, las mujeres debieron argumentar una de las tres causales que dicta la Ley: malformación del feto, riesgo de vida para la madre o abuso sexual.
“Las cifras son apenas razonables. Esperábamos un incremento en los registros porque, básicamente, ahora las mujeres sí lo pueden hacer de manera legal y acudir a los centros médicos oficiales sin arriesgar sus vidas”, dice la experta Sandra Mazo, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir y de Causa Justa, una de las organizaciones que logró que la Corte despenalizara el aborto.
Objeción de conciencia: el reto
Pero, aún con ese incremento superior al 50%, las redes feministas han encontrado que cientos de mujeres se siguen enfrentando a personal médico desinformado y a clínicas completas que se presentan como “objetoras de conciencia”, un hecho ilegal porque, según la Ley, esa figura solo puede ser declarada por cada médico de manera individual, no por una institución.
“Recibimos muchos casos de mujeres que llegan a un centro médico y les dicen que ahí no hacen abortos o que no hay médicos que los hagan. Eso es ilegal, tienen que tener al menos un médico que los practique o, en su defecto, remitirlas de inmediato a un sitio que sí lo tenga”, explica la Solanyi Sánchez, una activista de la red Colectiva Bugambilia que acompaña a mujeres en su proceso de aborto.
El caso que más la indignó, dice, fue el de una joven que acudió con apenas cuatro semanas y a la que obligaron a practicarse una ecografía y escuchar los latidos del feto. “Mientras le entregaba los resultados, la enfermera también le dijo que pensara bien lo que estaba haciendo porque eso era un asesinato”, narró Sánchez.
Eso sí, tampoco hay duda de que el escenario ha mejorado para miles de mujeres que han ejercido su derecho sin un atisbo de complicación o traba: “para mí fue un procedimiento fácil porque el primer médico que me topé me dijo que él lo haría y que todo estaba bien. Me explicó el paso a paso, los riesgos y todo lo que yo tenía que saber. Estuvo pendiente de mí en todo el proceso y fue muy amable, creo que para eso ayudó el fallo de la Corte”, dijo Valentina Castrillón, de 22 años.
Por ahora, el país espera que esa resolución que regula la IVE y que fue emitida por MinSalud el 17 de enero de este año se aplique de manera estricta en todas las clínicas y hospitales. “Si eso ocurre, ninguna mujer tendrá que pasar humillaciones, noches enteras en vela o llantos en una sala de hospital porque no son claros con sus derechos. El camino va bien, pero apenas empieza”, concluyó Valentina
66,5%
fue el aumento de abortos entre 2021 y 2022 según los datos de Profamilia. Era un incremento esperado tras despenalizar la IVE.
97,2%
de los abortos realizados por la entidad fueron practicados en los primeros cuatro meses de gestación. Lo que indica buena pedagogía.
1,1%
de las IVE se realizó después de la semana 24, por lo que las mujeres tuvieron que argumentar una de las tres causales que autoriza la Ley.