Unos 1,4 millones de personas en el este de Ucrania no tienen acceso a agua corriente y otros 4,6 millones de personas en todo el país están en riesgo de perder el suministro tras seis semanas de guerra tras la invasión Rusa.
Según UNICEF, sólo en el este de Ucrania se han registrado al menos 20 incidentes distintos que han dañado infraestructuras hídricas. La intensificación de los combates en el este y el uso generalizado de armas explosivas en las zonas pobladas amenazan con diezmar aún más el sistema de agua, que ahora corre el riesgo de colapsarse por completo, tras 8 años de conflicto de baja intensidad.
Los cortes de electricidad han detenido las bombas de agua, y los daños causados por las explosiones en las tuberías están interrumpiendo el flujo de agua.
«Los riesgos para la salud, especialmente para los niños y los ancianos, causados por los cortes de agua son graves, ya que la gente se ve obligada a utilizar fuentes de agua sucia, lo que provoca diarrea y otras enfermedades infecciosas mortales», dijo Osnat Lubrani, m representante de la ONU en Ucrania.
En Mariupol, miles de personas están bebiendo agua sucia. Las principales ciudades de las regiones de Donetsk y Luhansk también están sin suministro de agua.